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Orando frente al Muro Occidental de Jerusalén, considerado por los judíos el lugar más sagrado y santo. Foto: Albin Hillert/CMI

Orando frente al Muro Occidental de Jerusalén, considerado por los judíos el lugar más sagrado y santo. Foto: Albin Hillert/CMI

El Consejo Mundial de Iglesias (CMI) se mantiene firme en considerar que “el antisemitismo es irreconciliable con la profesión y la práctica de la fe cristiana”.

Ya en su asamblea fundadora celebrada en 1948 se describió el antisemitismo como un pecado contra Dios y contra la humanidad.

Desde entonces, el CMI trabaja por la justicia y la paz para todos los pueblos de Oriente Medio, sobre todo en Palestina e Israel.

Acusaciones generalizadas infundadas

“El CMI afirma desde hace mucho tiempo el derecho del Estado de Israel a existir, dentro de sus fronteras reconocidas internacionalmente”, explica el secretario general del CMI, Rev. Dr. Olav Fykse Tveit.

Ante las recientes acusaciones generalizadas de que el CMI, junto con Amnistía Internacional y Human Rights Watch, “a menudo se extravían en territorio antisemita”, Tveit dice: “Denunciamos categóricamente todo tipo de violencia y marginación basada en la religión, el origen étnico, la raza o cualquier otra dimensión relativa a la identidad o pertenencia de una persona”.

“Lo que es problemático es la tendencia entre ciertos grupos a considerar toda crítica legítima de las políticas del Gobierno de Israel como fruto del antisemitismo”.

En junio de 2019, el CMI se reunió con el Comité Judío Internacional para Consultas Interreligiosas (IJCIC) en torno al tema de “La normalización del odio: desafíos para los judíos y los cristianos de hoy”.

En dicha ocasión, Tveit destacó el deber común de ver de qué manera todos los líderes y grupos religiosos pueden oponer resistencia a la normalización del odio en sus formas físicas y verbales, y que los cristianos y judíos deben mostrar sus valores comunes para abordar juntos este problema.

Durante la reunión de junio, en respuesta a las peticiones del IJCIC y otras entidades de que el CMI adoptara la definición de antisemitismo de la Alianza Internacional para la Memoria del Holocausto (AIMH), el CMI reiteró su posición de que “acogería con beneplácito una definición suficientemente precisa y con una aceptación suficientemente amplia del antisemitismo para identificar claramente los casos condenables de odio a los judíos en cuanto judíos, que al mismo tiempo permita la crítica legítima de los actos de individuos, grupos o del Gobierno de Israel sin que se la califique erróneamente de ‘antisemita’”.

No obstante, “la definición de la AIMH es demasiado vaga” y “fracasa en la finalidad esencial de una definición, que es establecer los límites de una cosa y distinguirla de otras. No proporciona una base que permita distinguir una crítica legítima, aunque sea vehemente, de ciertas políticas y acciones del Gobierno de Israel del ‘pecado’ del antisemitismo”.

Comentario del CMI sobre la definición de antisemitismo de la Alianza Internacional para la Memoria del Holocausto (AIMH) (en inglés)

El director de la Comisión de las Iglesias para Asuntos Internacionales del CMI reflexiona sobre el antisemitismo, las definiciones y la cooperación futura (comunicado de prensa del CMI del 22 de julio de 2019)

El secretario general del CMI reflexiona sobre los nuevos vínculos con el Comité Judío Internacional para Consultas Interreligiosas (comunicado de prensa del CMI del 12 de julio de 2019)