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Larissa Aguiar Garcia

Larissa Aguiar Garcia

Esta es la cuarta de una serie de entrevistas con embajadores de la campaña Jueves de negro que están desempeñando un papel crucial para aumentar el impacto de nuestro llamado colectivo a favor de un mundo sin violaciones ni violencia.

Larissa Aguiar Garcia, de la Iglesia Metodista de Brasil, es miembro de ECHOS, la comisión del Consejo Mundial de Iglesias (CMI) para la juventud.

 

¿Cómo te involucraste en la campaña Jueves de negro?

Larissa: Mi familia siempre ha participado activamente en la iglesia, lo cual nos ha llevado a tener mucho contacto con otros espacios religiosos y a conocer los Jueves de negro. La campaña resonó en mí, al ver las noticias, escuchar las historias traumatizantes de otras mujeres y experimentar la violencia yo misma; el hecho de que suceda de distintas formas y venga de diversas personas. Apoyar una campaña contra la violencia, y en particular contra la violencia de género, era lo mínimo que podía hacer.

Cuando el CMI relanzó los Jueves de negro en 2018, transmití la información a la Confederación de Mujeres Metodistas Brasileñas, compartiendo lo que había aprendido, así como el material elaborado por el CMI. Lo tradujimos al portugués y lo distribuimos en la Asamblea Nacional de Mujeres.

Últimamente estamos animando a quienes participan en la campaña a compartir sus fotos vistiendo de negro con las dos insignias, la que hicimos en portugués (#quintafeiradepreto) y la oficial del CMI.

 

¿Cómo ha sido acogida la campaña en tu iglesia?

Larissa: Durante los últimos años, principalmente han sido las mujeres mayores de la iglesia las que han participado activamente. Pero, recientemente, a raíz de la nueva identidad y del relanzamiento de la campaña, las mujeres jóvenes también han empezado a participar.

Las cuestiones de género y la violencia contra las mujeres se abordan a menudo en la iglesia, sobre todo cuando se perpetran actos que salen en las noticias y la gente toma conciencia de cómo la violencia afecta la vida de incontables mujeres. Como iglesia, apoyamos la campaña, pero todavía podemos mejorar nuestra participación.

 

¿Has constatado algún cambio en cómo la gente aborda las cuestiones relacionadas con el género o la violencia?

Larissa: Durante los tres últimos años, me he vestido de negro cada jueves. El primer cambio que he constatado es en mí misma. Los jueves se han convertido en un día para orar por la justicia social y de género, así como por la resiliencia.

En mi vida cotidiana, también han cambiado muchas cosas. En el trabajo y en la universidad, me suelen preguntar sobre la campaña. La mayoría de veces, hablo sobre la campaña y la violencia de género a personas que tienen el privilegio de no haberla experimentado, y afortunadamente la mayoría de ellas han empezado a cambiar ciertas maneras de hablar y normas culturales que dan paso a la violencia o las violaciones. Otras mujeres también han compartido experiencias similares de personas de su entorno que han cambiado cosas pequeñas pero significativas.

A Brasil todavía le queda un largo camino por recorrer en términos de justicia de género, sobre todo ahora, con el Gobierno actual que está permitiendo que la violencia vuelva a aumentar, si no por acción, por omisión. Debemos fomentar la sensibilización y tender la mano para ayudar. Creo que los Jueves de negro van en este sentido. Estamos abriendo un espacio seguro para hablar sobre lo que sucede, orar por quienes no pueden hablar y, siempre que sea posible, llevar a cabo acciones para ayudar a quienes lo necesitan.

 

¿Cuál crees que es el primer paso que debería dar una persona?

Larissa: Como cristianos, nuestro primer paso siempre debería ser la oración. Orar por quienes sufren la violencia de género y sus consecuencias. Orar por quienes prestan apoyo social y por los médicos que están en primera línea a la hora de atender a las víctimas. Orar por quienes pueden ayudar a detectar dónde se encuentran las personas necesitadas y quiénes son.

Y si eres una de estas personas, ora para encontrar iluminación y el valor de hacer lo que debe hacerse. Si eres una de las personas que necesita ayuda, ora para tener resiliencia, fe y fuerza. Luego busca una prenda de vestir negra y llévala cada jueves. La ropa no hará milagros, pero nuestras oraciones y actitudes sí.

 

Para obtener más información sobre los Jueves de negro, póngase en contacto con [email protected].