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La organización comunitaria CONFENIAE tradujo la información y las normativas relativas a la COVID-19 emitidas por el gobierno ecuatoriano a mantener a las comunidades indígenas informadas y protegidas. Foto: CONFENIAE

La organización comunitaria CONFENIAE tradujo la información y las normativas relativas a la COVID-19 emitidas por el gobierno ecuatoriano a mantener a las comunidades indígenas informadas y protegidas. Foto: CONFENIAE

La Asociación Mundial para la Comunicación Cristiana ha creado un fondo de respuesta rápida para ayudar a los medios de comunicación comunitarios a proporcionar información correcta y fidedigna sobre el coronovirus a las personas vulnerables que normalmente no tienen acceso a los medios de comunicación convencionales. Se alienta a particulares y organizaciones a contribuir al fondo.

“La pandemia nos ha recordado cuán esencial es el acceso a información veraz y a plataformas de comunicación fiables”, dijo Lorenzo Vargas, director del programa de comunicación para el cambio social de la Asociación Mundial para la Comunicación Cristiana. La información que emiten los gobiernos y los medios de comunicación públicos o comerciales convencionales no llegan a muchas de estas comunidades”.

Las redes de difusión comunitarias son de vital importancia pues proporcionan de formas singulares la información que salva vidas. Incluso una pequeña donación al fondo tendrá un importante efecto a nivel local.

En Ecuador, la Confederación de Nacionalidades Indígenas de la Amazonía Ecuatoriana hace llegar información vital sobre la COVID-19 a las comunidades indígenas locales. Cuando el gobierno ecuatoriano decretó el estado de emergencia, el 15 de marzo, y empezó a emitir información redactada principalmente en castellano, la CONFENIAE tradujo inmediatamente la información a varias de las lenguas de la Amazonía.

El grupo tradujo asimismo la información oficial sobre la COVID-19 publicada por la Organización Mundial de la Salud.

“Ecuador es un país multinacional que reconoce oficialmente dos lenguas indígenas; Kichwa y Shuar”, explicó el responsable de comunicación de la CONFENIAE, Andrés Tapia.

En Nepal, la red nacional de radiodifusión para las comunidades indígenas afirma haberse visto obligada a tomar medidas, al ver que los servicios públicos no emitían ningún comunicado sobre la enfermedad dirigido específicamente a la población indígena.

Los pueblos indígenas nepaleses son especialmente vulnerables a la pandemia a causa de la inseguridad económica y alimentaria, así como por su total falta de acceso a los servicios.

La mencionada red de radiodifusión, en asociación con la televisión indígena, ha elaborado mensajes públicos sobre la COVID-19 en quince lenguas indígenas y una en nepalés, que han sido difundidos en las veintiuna estaciones de radio indígenas, y también en las trescientas cincuenta estaciones de radio comunitarias de Nepal.

Los refugiados sirios son también extremadamente vulnerables a la COVID-19, por lo que una estación de radio comunitaria de Amán (Jordania) vela por que no se olvide su calvario.

Al Balad es una estación de radio gestionada por la red de comunicación comunitaria, y se ha servido de sus ondas radiofónicas para atraer la atención pública sobre las consecuencias de la COVID-19 sobre los refugiados.

Según los registros de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), Jordania acoge a 656 000 refugiados sirios que han huido del conflicto que estalló hace nueve años en la vecina Siria. Como el resto del país, los refugiados han estado confinados desde el 21 de marzo.

“La mayoría de los refugiados sirios están encerrados en los campos y en otros lugares”, declaró el portavoz de la red de comunicación, Daoud Kuttab. “Hasta la fecha, no se ha informado de ningún contagio por coronavirus entre los refugiados. Pero no está claro si ello se debe a la ausencia de contactos o a la falta de pruebas diagnósticas”.

Se teme que los refugiados puedan infectarse, ya que la COVID-19 se propagaría fácilmente en los campos, donde miles de personas conviven en espacios reducidos. Los campos solo disponen de instalaciones sanitarias y de saneamiento básicas, según informa el ACNUR.

Kuttab añadió: “Si el virus se propaga, las comunidades médicas jordanas se verán sometidas a un alto nivel de presión”.

El confinamiento también ha afectado a la enseñanza impartida en los campos, y a los medios de vida de sus residentes. “La mayoría de sirios son jornaleros, pero todos han parado debido al confinamiento”, comenta Kuttab.

En la actualidad, la red de la Asociación Mundial para la Comunicación Cristiana cuenta con treinta y nueve asociados radiofónicos, muchos de los cuales están vinculados a cientos de estaciones de radio comunitarias e indígenas que emiten en idiomas locales. La red incluye también más de cuarenta grupos religiosos y de la sociedad civil que trabajan activamente con sectores marginados de la población, en particular migrantes y refugiados, quienes se encuentran en una situación de creciente vulnerabilidad debido a las restricciones al movimiento y a las barreras lingüísticas, la falta de acceso a la asistencia, la discriminación y la pobreza.

 

Para obtener más información y contribuir al fondo, visite www.waccglobal.org

Recursos del CMI sobre cómo afrontar el coronavirus