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En una acción insólita, los dirigentes de las iglesias de Jerusalén cerraron el domingo las puertas de la Iglesia del Santo Sepulcro. La protesta conjunta respondía a la decisión de las autoridades de Jerusalén de empezar a recaudar decenas de millones de dólares en concepto de impuestos a las iglesias, así como a la propuesta legislativa de confiscar tierras propiedad de las iglesias.
En una declaración, los dirigentes de las iglesias describieron la “campaña sistemática” en contra de las iglesias y la comunidad cristiana en Tierra Santa.
“Esta campaña sistemática y ofensiva ha alcanzado recientemente un nivel sin precedentes cuando la municipalidad de Jerusalén publicó escandalosos avisos de cobro y órdenes de embargo de bienes, propiedades y cuentas bancarias de la iglesia por supuestas deudas de impuestos municipales punitivos”.
La Iglesia del Santo Sepulcro es gestionada conjuntamente por un grupo de iglesias ortodoxas y católicas.
“La campaña sistemática de abusos contra las iglesias y los cristianos alcanza ahora su punto más álgido con la promoción de un proyecto de ley discriminatorio y racista que se dirige únicamente a las propiedades de la comunidad cristiana en Tierra Santa”, continúa la declaración.
A principios de mes, las autoridades municipales de Jerusalén anunciaron su intención de recaudar retroactivamente impuestos sobre las propiedades pertenecientes a las iglesias en la ciudad por un total de 650 millones de séqueles.
El secretario general del Consejo Mundial de Iglesias, Rev. Dr. Olav Fykse Tveit, dijo que, con esta medida drástica y sin precedentes, los dirigentes de las iglesias de Jerusalén piden que se preste cuidadosa atención a una situación crítica para la posición de las iglesias allí. “Apelamos al Gobierno de Israel para que ponga fin a estos ataques a la presencia futura de las iglesias en Jerusalén”, dijo Tveit. “Esta situación debería evidenciar la necesidad del apoyo y la intervención de los dirigentes de las iglesias y de los gobiernos a quienes preocupa que Jerusalén sea una ciudad santa compartida por las tres religiones: el judaísmo, el cristianismo y el islam”.
