Image
De izquierda a derecha: Tariq Abdul Akbar, Liron Alkolombra y Mark Edwards, participantes del curso de verano "Construyendo una comunidad interreligiosa" del CMI. © CMI/Peter Williams

De izquierda a derecha: Tariq Abdul Akbar, Liron Alkolombra y Mark Edwards, participantes del curso de verano "Construyendo una comunidad interreligiosa" del CMI. © CMI/Peter Williams

En un contexto de tensiones muchas veces relacionadas con los distintos grupos religiosos, un grupo de jóvenes cristianos, musulmanes y judíos ha creado una comunidad interreligiosa. En el marco del curso de verano "Construyendo una comunidad interreligiosa" organizado por el Consejo Mundial de Iglesias (CMI), este grupo tiene el propósito de trabajar para el cuidado de la Creación, una preocupación que comparten todas las tradiciones religiosas.

Se trata de una comunidad de 19 estudiantes cristianos, musulmanes y judíos de 12 países diferentes que estará reunida en el Instituto Ecuménico del CMI en Bossey (Suiza) del 4 al 22 de agosto.

Entre los que participan en el curso está Tariq Abdul Akbar, un joven estadounidense musulmán de 21 años de edad. Este estudiante del Community College de Baltimore se convirtió al islam a los 18 años, y es consciente de la importancia de que las comunidades religiosas trabajen juntas por la justicia climática.

«En el lugar de donde vengo, soy testigo de la separación que existe dentro de la diversidad.  La mayoría de las veces, las cuestiones que nos dividen son más de carácter político que religioso», explica. «No obstante, en tanto que creyentes, debemos saber que necesitamos dejar de lado nuestras diferencias religiosas y trabajar juntos para aumentar la toma de conciencia acerca de la cuestión del cambio climático. Después de todo, se trata de una cuestión de derechos humanos que afecta a todos los pueblos del planeta».

Tariq Abdul Akbar formará parte también de un grupo de jóvenes que participará en la Cumbre interreligiosa sobre el cambio climático que se celebrará en Nueva York el 21 y el 22 de septiembre.

Los participantes del presente curso de verano están redactando una declaración sobre el cambio climático que será presentada en la Cumbre. «En esta declaración se incluirán las perspectivas de los jóvenes que aspiran a lograr que los Estados y los responsables políticos adopten medidas concretas para luchar contra el cambio climático», expuso Tariq Abdul Akbar.

«Junto con los responsables del CMI y otras comunidades religiosas, esperamos poder transmitir nuestras preocupaciones durante la Cumbre sobre el clima que organizará el Secretario General de las Naciones Unidas el 23 de septiembre. Esperamos también que las voces de los jóvenes estén presentes en el debate internacional sobre el cambio climático», añadió.

Mark Edwards, otro estudiante de la Iglesia de Ceilán, con sede en Sri Lanka, refrenda estos puntos de vista al poner de relieve los efectos del cambio climático en los países en  desarrollo que, según dice, sufren las consecuencias más graves de las catástrofes ecológicas.  Gracias a las sesiones de reflexión compartida sobre las Sagradas Escrituras que incluye el programa del curso, en las que se han estudiado textos religiosos de la tradición cristiana, musulmana y judía, Mark Edwards ha encontrado inspiración para tratar las cuestiones relacionadas con el clima. «La responsabilidad ética de respeto de la Creación es común en todas las confesiones abrahámicas. La Tierra es un regalo para todos, y todos somos responsables de su cuidado», afirmó.

Explicó también que la reflexión sobre las Escrituras hizo que adoptase una nueva perspectiva en su trabajo relacionado con las cuestiones climáticas en las comunidades locales. «A pesar de que interpretamos y comprendemos los textos religiosos de diferentes maneras, en nuestros libros sagrados se recogen perspectivas comunes que nos enseñan a respetar nuestro medio ambiente»

El cambio climático: una preocupación común

«Somos responsables del futuro de las generaciones venideras. Por eso, debemos basarnos en nuestra responsabilidad ética y religiosa para aumentar la toma de conciencia acerca del cambio climático». A su regreso a Sri Lanka, un país en el que conviven el budismo, el cristianismo, el hinduismo y el islamismo, Mark Edwards espera poder organizar reuniones de niños y jóvenes en su iglesia. «Mediante estos programas, esperamos motivar a los jóvenes para que trabajen por aumentar la toma de conciencia sobre el cambio climático y sus consecuencias».

Para Liron Alkolombra, una representante de la tradición judía que participó en el curso de verano de Bossey, vivir en una comunidad interreligiosa es «una manera de abrir los ojos».  «Convivir como una sola comunidad hace que nos quitemos nuestras máscaras y rompamos con los estereotipos», explica L. Alkolombra.

«Nuestra visita a una sinagoga, una iglesia y una mezquita en Suiza me conmovió profundamente, al hacerme tomar conciencia de que todos creemos en un solo Dios y somos parte de un todo, de la humanidad. Aquí, en las aulas, conversamos desde el respeto, pero fuera de este espacio nos espera la vida real. Estos encuentros me han permitido valorar el respeto mutuo sin apartarme de la realidad», añadió.

Liron Alkolombra, que es guía de turismo en la ciudad de Jerusalén, recalcó que la cuestión del agua es todavía una preocupación constante en su región. «He crecido en una cultura en la que conocemos la importancia del agua. Desde la infancia, soy consciente de que no hay que derrochar el agua. Ante estos desafíos, nuestras tradiciones religiosas nos llaman a hablar del cambio climático, la escasez de agua y los temas que nos conciernen a todos».

Liron Alkolombra también participará en la Cumbre interreligiosa sobre el cambio climático que se celebrará en Nueva York.

Este curso interreligioso de verano se viene organizando todos los años desde el año 2007, como parte de las iniciativas de formación ecuménica del Insituto Ecuménico de Bossey en colaboración con el programa del CMI sobre  diálogo y cooperación interreligiosos, con la participación de la Fondation pour l'entre-connaissance (“Fundación para el interconocimiento”) y la Fondation Racines et Sources (“Fundación raíces y fuentes”).

Instituto Ecuménico de Bossey

Cumbre interreligiosa sobre el cambio climático

Programa del CMI sobre diálogo y cooperación interreligiosos

Labor del CMI sobre justicia climática y cuidado de la Creación

Participación de los jóvenes en el movimiento ecuménico

Video: Together we can make a difference

Pueden obtenerse imágenes de alta resolución en photos.oikoumene.org