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El Rev. Dr. Martin Robra guiando a los participantes del seminario de Formación Ecuménica Continua durante su visita al Centro Ecuménico de Ginebra. Foto: Annegret Kapp/CMI

El Rev. Dr. Martin Robra guiando a los participantes del seminario de Formación Ecuménica Continua durante su visita al Centro Ecuménico de Ginebra. Foto: Annegret Kapp/CMI

“Deja a un lado tus prejuicios sobre los jóvenes, escúchalos y entérate de lo que te están contando”.

Michal Szymanczak, de la YMCA Mundial, presentó los resultados de un estudio realizado por su organización, titulado “Un millón de voces”, a los participantes en el seminario “Compartir la fe en un mundo multicultural y multirreligioso”, que tuvo lugar en el Instituto Ecuménico de Bossey del Consejo Mundial de Iglesias (CMI).

El participante más joven fue un monje de la Iglesia Ortodoxa Copta de un monasterio de Wadi El Natrun, en Egipto. Otros eran pastores, sacerdotes y laicos que trabajan con gente joven en entornos multiculturales en Australia, en los ambientes secularizados de la costa este de los Estados Unidos de América o de Suecia, en países con minorías cristianas como la India o con iglesias cristianas fuertes, como Rumania o Ucrania. Durante 11 días, Bossey se convirtió en su laboratorio para la vida ecuménica, donde estudiaron las formas de compartir la fe en el mundo polifacético de hoy.

“Un millón de voces” es un proyecto de la YMCA Mundial, que llega a los jóvenes de 15 a 24 años de más de 60 países a través de las estructuras locales de la YMCA. El proceso del estudio fue diseñado para empoderar a los jóvenes dándoles espacio para hablar. El estudio revela que el desempleo, los derechos humanos, la sexualidad y el medio ambiente son los asuntos más importantes en la agenda de los jóvenes, quienes suelen verse excluidos del mercado laboral e incluso de las oportunidades educativas.

En todo el mundo, Internet y las redes sociales se han convertido en su fuente de información e intercambio más importante, mientras que las escuelas, y también las iglesias, parecen decepcionarlos en muchos aspectos. Otros estudios llevados a cabo en los Estados Unidos, el Reino Unido o Suecia muestran la creciente importancia de los contextos multiculturales y multirreligiosos, con migrantes y refugiados, que ponen a prueba la credibilidad de líderes y comunidades religiosos, y obligan a los jóvenes –expuestos a múltiples influencias, a menudo contradictorias– a gestionar sus identidades religiosas.

Todo esto se materializó a través del intercambio de los propios participantes, las oraciones matutinas, las reflexiones sobre las historias bíblicas, lo que contaban sobre su trabajo y sus propias investigaciones sobre la situación de los jóvenes de diferentes orígenes culturales y religiosos. El Rev. Dr. Ioan Sauca, Secretario General adjunto del CMI y Director del Instituto Ecuménico, marcó las pautas con su introducción teológica al tema del seminario, diciendo: “Crecer en la vida con Dios nunca es un asunto personal, que se haga en soledad y en separación. El camino hasta Dios pasa por los hermanos y las hermanas”.

Peter Ponugumati, de la India, compartió su experiencia como miembro de Global Young Reformer (Joven Reformador Mundial), una red de la Federación Luterana Mundial. El personal del CMI informó sobre la cooperación de la Organización Internacional del Trabajo con las iglesias y con la universidad egipcia de Al Azhar en lo relativo a la construcción de la paz, a través de la justicia social, prestando especial atención a la creación de empleo. Los jóvenes participantes también visitaron el Centro Ecuménico de Ginebra.

También visitaron Taizé, donde miles de jóvenes se reúnen durante las vacaciones de verano, y conversaron con jóvenes voluntarios y líderes de la comunidad Taizé. También se reunieron con jóvenes judías que vinieron a Bossey como parte de una delegación de una organización interreligiosa de Ginebra, así como con representantes de la Fundación Musulmana Inter-knowing (Interconocimiento).

“Trabajamos con la convicción de que los participantes son los portadores del conocimiento y que el intercambio activo entre ellos sobre sus propios contextos y lo que descubren juntos durante el seminario es de suma importancia para el éxito de un seminario”, explicó el Rev. Dr. Martin Robra, secretario ejecutivo del programa del CMI para la Formación Ecuménica Continua. “En realidad, crear espacios relevantes para el intercambio y la participación de los jóvenes más allá de las fronteras religiosas y culturales, para tratar los asuntos que son importantes para ellos es una prometedora forma de avanzar. Pero todo empieza con la escucha”.

El Instituto Ecuménico del Castillo de Bossey (en inglés y francés)