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Participantes del taller regional de formación sobre la apatridia, que tuvo lugar en Curazao, del 6 al 9 de mayo de 2018

Participantes del taller regional de formación sobre la apatridia, que tuvo lugar en Curazao, del 6 al 9 de mayo de 2018

El taller regional de formación "Apatridia en el contexto del Caribe: prevención, reducción y protección" tuvo lugar del 6 al 9 de mayo en Willemstad (Curazao).

Casi 30 participantes de la región del Caribe, incluyendo las islas de Barbados, Curazao, Bahamas, Cuba, República Dominicana, Haití, Jamaica y Surinam, así como de la región de Norteamérica, se reunieron con expertos mundiales sobre la apatridia en la Iglesia Protestante Unida de Curazao.

Se reunieron con el objetivo de crear conciencia en torno a la cuestión de la apatridia y sus implicaciones para la subsistencia de las personas, las familias y las comunidades, y de tratar discernir las posibles vías de colaboración ecuménica para abordar este desafío que afecta a las vidas de millones de personas en todo el mundo.

El Consejo de Misión para Norteamérica y el Caribe (CANACOM) lleva muchos años trabajando unido para interpretar la misión de maneras conducentes a la justicia y la paz", afirmó Jennifer Martin, secretaria del programa de educación en la misión de CANACOM y co-moderadora del Grupo de referencia de la peregrinación de justicia y paz del Consejo Mundial de Iglesias (CMI). "Nuestras prioridades de misión confluyen naturalmente con los objetivos de la peregrinación de justicia y paz del CMI".

Los participantes del taller abordaron la cuestión del abismo que existe entre la ley y la práctica relativa a la apatridia; una situación muy conmovedora, según afirmó la Rev. Karin van den Broeke, moderadora del sínodo general de la Iglesia Protestante en los Países Bajos, y miembro del Comité Central del CMI.

"La nacionalidad es un derecho humano y, no obstante, se puede llegar a la apatridia de distintas maneras", afirmó. "Las iglesias tienen la oportunidad de localizar e identificar a las personas apátridas, apoyarlas y prevenir nuevos casos de apatridia".

La Iglesia Protestante Unida de Curazao expresó su agradecimiento por poder auspiciar el taller. "Estamos agradecidos de que la familia ecuménica mundial haya elegido nuestra iglesia como lugar para deliberar sobre la cuestión de la apatridia, un desafío al que se enfrentan muchas personas y comunidades en la región y en todo el mundo", afirmó el Hermano Ralph James, presidente de la Iglesia Protestante Unida de Curazao.

Nicolás Sosa, que es miembro de la Comisión de las Iglesias para Asuntos Internacionales del CMI, afirmó que, puesto que forma parte de la tercera generación de migrantes, se ha sentido vulnerable al hablar de esta cuestión, porque la situación de la apatridia podría presentársele fácilmente a él si su gobierno adoptase unas leyes de nacionalidad discriminatorias. "Es, por ello, responsabilidad de todos dar voz a las personas apátridas, a las que se les dice que no pertenecen a ningún sitio", dijo.

Semegnish Asfaw, secretaria ejecutiva del CMI para el programa de asuntos internacionales, añadió: "Las iglesias tienen la oportunidad de desempeñar un papel importante a la hora de confrontar al poder con la verdad desafiando las estructuras injustas y las políticas que originan la apatridia, así como de hablar en nombre de las personas y comunidades marginadas y legalmente invisibles".

Labor del CMI por los derechos de las personas apátridas (en inglés)