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El Rev. Prof. Dr. Ioan Sauca añadió: “A través de las consultas con la juventud, las personas que han participado en las reuniones del CMI entre la 10ª y la 11ª asambleas, y varios líderes de las iglesias, se ha llegado a la conclusión de que es necesario proporcionar un documento de referencia actualizado para dar a conocer a la juventud de hoy y explorar formas para que la iglesia interactúe de manera eficaz con el grupo de personas de edad comprendida entre los 18 y los 30 años en el movimiento ecuménico”, y prosiguió diciendo: “Quiero que no dejen de leer las reflexiones de estos jóvenes autores. Están levantando olas en las aguas ecuménicas que llegan hasta nosotros. En nuestro camino juntos como movimiento, como comunidad, la juventud nos recuerda nuestra voz profética en la iglesia y en la sociedad. La publicación “Let the Waves Roar” toca temas actuales que está afrontando la juventud del movimiento ecuménico en todo el mundo”.
Joy Eva Bohol, responsable del programa del CMI para la participación de la juventud en el movimiento ecuménico, señaló: “De hecho, la juventud está levantando olas que no son simplemente pasajeras, sino que son transformadoras. Invitamos a la comunidad ecuménica a que no se limite a leer este libro, sino que continúe utilizándolo como documento de referencia en sus diferentes contextos para abordar los distintos temas que se mencionan y para ver cómo puede comprometerse con la juventud que participa activamente y está comprometida con la labor ecuménica”.
Afirmó que la elección de los autores finales del libro fue una tarea muy difícil, ya que los editores recibieron muchas propuestas de jóvenes de todo el mundo, y alentó a las iglesias miembros del CMI y a los asociados ecuménicos a leer y utilizar este material de referencia.
El Rev. Dr. Benjamin Simon, responsable del programa del CMI de Relaciones con las Iglesias, señaló que “los temas que los autores abordan son temas que nos atañen a todos nosotros. A través de sus voces proféticas, la juventud señala los problemas, articula las injusticias y nos invita a todos, como miembros de las comunidades religiosas, a avanzar con esperanza al tiempo que nos esforzamos por encontrar soluciones”.
La estudiante del Instituto Ecuménico de Bossey Sashimongla Longchar, de la Iglesia Bautista de Nagaland, en el noreste de la India, compartió que “este libro no es una mera publicación, sino que aborda cuestiones y desafíos compartidos desde lo más profundo del corazón de la juventud, por lo que es indispensable leerlo y actuar en consecuencia. Es una misión de inclusión, no de exclusión; una misión de transformación”.
Planteó la siguiente pregunta sobre las realidades injustas en el contexto asiático: “¿Qué más pueden hacer las iglesias asiáticas para construir una comunidad justa? Tal vez podrían romper el silencio; proporcionar espacios seguros y de inclusión de la juventud y de las mujeres para que sus voces sean escuchadas; escuchar y aprender de las diferentes perspectivas y opiniones, independientemente de la edad y el género de la persona, sin dejar a nadie atrás en los asuntos que nos conciernen a todos”.
El padre Andria Saria, también estudiante de Bossey y miembro de la Iglesia Ortodoxa de Georgia, reflexionó sobre el hecho de que “en el momento en que empezamos a hacer distinciones entre las diversas voces, catalogándolas como “voces de la juventud” o “voces de personas mayores”, empezamos a hacer distinciones en nuestra consideración de las experiencias, los conocimientos y los contextos relacionados. Si no empezamos a verlas como voces que merecen la misma consideración, es posible que perdamos la oportunidad de recibir el mensaje que hay detrás de estas voces”.
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