Este aniversario será un peldaño hacia el futuro y representará una oportunidad de compartir lo que el CMI, en calidad de organización, puede ofrecer espiritualmente a las generaciones futuras.
Las celebraciones del aniversario aprovecharán el impulso generado por la intensa experiencia vivida en la 11ª Asamblea del CMI en 2022.
La conmemoración del aniversario también busca alentar a las generaciones más jóvenes a participar en el movimiento ecuménico; sensibilizar sobre los desafíos actuales y destacar ejemplos clave de actividades pasadas que pueden aplicarse a los desafíos actuales; así como animar a las iglesias miembros y a toda la comunidad a compartir sus perspectivas sobre el camino ecuménico.
A medida que las actividades del CMI adquieran visibilidad entre las iglesias miembros, los asociados y el público en general, el 75º aniversario hará que, en última instancia, el CMI adquiera visibilidad.
El CMI velará por mantener a las iglesias miembros bien informadas sobre el 75º aniversario –facilitando material accesible y diverso en línea– a fin de que puedan encontrar su forma preferida de unirse a las celebraciones.
La reunión del Comité Central del CMI en junio de 2023 dará el pistoletazo de salida a las celebraciones del 75º aniversario.
¿Quién lo celebrará? Desde las iglesias miembros y asociados del CMI hasta los grupos de jóvenes eclesiásticos, ecuménicos e interreligiosos, pasando por los medios de comunicación eclesiásticos y laicos. Todos están invitados a caminar juntos hacia esta expresión de unidad plena y profunda.
En un panorama más amplio, la conmemoración del 75º aniversario contribuirá a que el mundo vea el CMI como una plataforma que une a los cristianos, incluso en los tiempos más difíciles, ayudando a los cristianos en situaciones dispares a ver el mundo desde la perspectiva de los demás, a mostrar compasión los unos por los otros y a fomentar la confianza como parte vital del camino ecuménico.
Las iglesias miembros del CMI de todo el mundo obtendrán inspiración para fortalecer la comunidad, la vida espiritual, la participación de los jóvenes, el diálogo y la cooperación interreligiosos, la promoción del cuidado de la creación de Dios, el bienestar, la lucha contra el racismo y la construcción de una comunidad justa de mujeres y hombres.