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“Reconociendo la responsabilidad de Colombia en la aplicación del Acuerdo Final de Paz”, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas decidió establecer una misión política de 12 meses integrada por observadores internacionales desarmados, que se encargará de vigilar y verificar la dejación de las armas en el país.

El representante del Consejo Mundial de Iglesias (CMI) ante las Naciones Unidas y la iniciativa ecuménica Diálogo Intereclesial por la Paz de Colombia (DIPaz) acogieron con beneplácito la resolución.

El objetivo principal de la misión política será supervisar y verificar el cese del fuego y de las hostilidades.

La resolución ha sido adoptada a raíz de la carta enviada el 19 de enero por el Gobierno de Colombia al Presidente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas a la que se adjuntaba un Comunicado Conjunto del Gobierno de Colombia y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP).

El comunicado es el resultado de un proceso de paz que se inició en noviembre de 2012 y contó con la República de Cuba y el Reino de Noruega como garantes.

Rudelmar Bueno de Faria, representante del CMI ante las Naciones Unidas en Nueva York, calificó la adopción de la resolución como “un paso importante para lograr una paz duradera y justa en el país”.

Ahora se espera que las partes firmen un acuerdo de paz que pondría fin a una guerra civil que ha durado medio siglo, y que además serviría de ejemplo para resolver otros conflictos en todo el mundo.

En cuanto a la metodología y al papel de las iglesias y de la sociedad civil, Bueno de Faria añadió que el mecanismo tripartito propuesto para la verificación también debe “tener en cuenta a las organizaciones de la sociedad civil, incluyendo a las iglesias, para que desempeñen una función de apoyo a la labor de la misión política”.

En una carta pública dirigida al presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, a los líderes de las FARC y al Ejército de Liberación Nacional (ELN), la iniciativa DIPaz acogió con satisfacción la decisión del Consejo de Seguridad y expresó su determinación para promover los elementos fundamentales del acuerdo de paz.

“Nos sentimos parte de este acuerdo, fundamentalmente, en los objetivos concernientes a la satisfacción de los derechos de las víctimas, el enfoque territorial, diferencial y de género, la convivencia y la reconciliación y la legitimidad del proceso”, dice la carta.

Está previsto que el Secretario General de las Naciones Unidas presente recomendaciones en el plazo de 30 días a partir de la firma del acuerdo de cese del fuego por el Gobierno de Colombia y las FARC-EP.

Bueno de Faria reconoció el importante paso dado hacia una paz duradera pero destacó que aún queda mucho trabajo por hacer: “Las medidas de reconciliación y reconstrucción se consideran necesarias para garantizar la paz con justicia en Colombia”, añadió.

El Consejo de Seguridad también expresó su disposición a considerar la posibilidad de prorrogar la misión política a petición conjunta del Gobierno de Colombia y las FARC-EP.

Ver también:

El CMI afirma el importante papel de las iglesias en el proceso de paz colombiano (en inglés, 9 de septiembre de 2015)

El CMI acoge con satisfacción el histórico paso hacia la paz en Colombia (24 de septiembre de 2015)

Declaración del Secretario General del CMI sobre el acuerdo entre el gobierno colombiano y las FARC (en inglés, 24 de septiembre de 2015)