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Un profesional de la salud en Porto Alegre (Brasil) sostiene un vial de la vacuna CoronaVac, desarrollada por la empresa china Sinovac Biotech y fabricada parcialmente de manera local por el instituto biomédico Butantan.

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Las publicaciones en línea y en las redes sociales, junto con un flamante manual de promoción de la salud del Consejo Mundial de Iglesias (CMI), serán poderosas herramientas de comunicación para esta labor. 

“Debemos aprovechar nuestra considerable influencia y la confianza de que gozamos como líderes eclesiásticos de una comunidad mundial para hacer todo lo que podamos por salvar vidas y aliviar la carga del personal de salud. Esta es una oportunidad para que nosotros, como actores religiosos, animemos a la gente a vacunarse, contrarrestemos la información engañosa y alcemos nuestras voces a favor de los programas de inmunización”, afirma el secretario general en funciones del CMI, Rev. Dr. Ioan Sauca, que desempeñará la labor de promotor de la vacuna junto con los otros ocho líderes de las iglesias que se presentan a continuación.

La Semana Mundial de la Inmunización es un evento anual organizado por UNICEF que reúne a las principales organizaciones de salud y a otras organizaciones, como el CMI, para concienciar sobre los beneficios de la inmunización. Aunque la pandemia de la COVID-19 sigue siendo un gran desafío, hay otras cuestiones relacionadas con la inmunización que es necesario abordar.

El equipo del CMI incluye a los siguientes líderes eclesiásticos, que también comparten sus ideas y reflexiones sobre su labor y la situación actual:

Rev. Prof. Dr. Ioan Sauca (Suiza), secretario general en funciones del CMI

“A medida que se despliegan los programas de vacunación contra la COVID-19, los líderes religiosos de todas las confesiones desempeñan un papel fundamental para mantener la confianza del público en las autoridades y los servicios sanitarios, así como en las propias vacunas aprobadas. Como comunidad cristiana, es nuestro deber y obligación moral desafiar públicamente los rumores y los mitos, y confrontarlos con los hechos. Aunque las preocupaciones morales y éticas también se ciernen sobre el acceso a las vacunas y las prácticas de distribución, debemos asumir la responsabilidad y abogar por lo que es correcto desde una perspectiva médica, ética y de derechos humanos”.

Rev. Gloria Ulloa Alvarado, presidenta del CMI para América Latina y el Caribe

“La vacunación es importante
porque las personas que reciben la vacuna pueden acercarse a sus seres queridos con más confianza, sin temor a contagiarles o ser contagiados;

porque quienes trabajan en los sectores de la sanidad y la educación pueden hacer su trabajo con sus pacientes y alumnos en un entorno menos estresante; porque entiendo que la vacuna contra la COVID-19 ayuda a proteger el cuerpo humano creando una respuesta generadora de anticuerpos; porque la historia de la humanidad nos ha demostrado la eficacia de la vacunación; porque mi madre, Noemí, que tiene 94 años, ya ha recibido dos dosis de la vacuna y no ha tenido ningún efecto negativo en su cuerpo; no ha tenido ningún tipo de molestia y esto ha traído mucha tranquilidad a toda nuestra familia.”

Arzobispo emérito Dr. Anders Wejryd (Suecia) presidente del CMI para Europa

“Haz a los demás lo que quieres que te hagan a ti, y no hagas lo que no quieres que te hagan”. No quiero contagiarme de la COVID-19 y no quiero en absoluto ser el que haya provocado el contagio en otra persona. Así pues, la vacunación es simplemente una cuestión de solidaridad.

Estoy agradecido por la primera dosis que recibí hace tres semanas.

Dios nos ha dado la ciencia y la razón, y la ciencia y la razón pueden usarse para diferentes fines. Desarrollando y distribuyendo vacunas, se utilizan los recursos que Dios nos da para hacer lo que Dios quiere que hagamos.

Rev. Dr. Fidon Mwombeki, secretario general de la Conferencia de Iglesias de toda África

“La pandemia de la COVID-19 está lejos de haber terminado y sigue causando trastornos en la forma en que las comunidades y las congregaciones llevan a cabo sus actividades e iniciativas. El cumplimiento estricto de las directrices en materia de prevención y gestión ha complicado nuestras vidas y, en ocasiones, ha sido imposible de sobrellevar.

Como líderes eclesiásticos, al tiempo que continuamos proporcionando esperanza promoviendo actos de solidaridad, cuidado y compasión que ayuden a mitigar el impacto humanitario de la COVID-19 en nuestras comunidades, debemos aprovechar esta oportunidad y nuestra influencia para comunicar de manera objetiva, efectiva y consistente basándonos en fuentes creíbles que proporcionen información precisa sobre la prevención, el manejo y el control de la COVID-19 que contribuya a salvar vidas.

Tenemos una larga historia de vacunaciones que salvan millones de vidas y, por ello, debemos rechazar las teorías de conspiración que van en contra de los datos científicos y abogar por que todo el mundo se vacune contra el virus mortífero de la COVID-19, evitando las tendencias nacionalistas que podrían dejar de lado a países sin muchos recursos. La vacunación debe realizarse con un enfoque coordinado para llegar a todos los que lo necesitan en aras de la justicia”.

Dr. Jørgen Skov Sørensen, secretario general de la Conferencia de Iglesias Europeas

“El año pasado fue un año como ningún otro. La pandemia de la COVID-19 tuvo un impacto en diferentes áreas de nuestras vidas que pocos habían previsto. Aunque mantuvimos la distancia, el mundo se mantuvo unido.

Los esfuerzos concertados de la comunidad científica han traído al mundo vacunas eficaces que, junto con otras medidas, pueden garantizar sociedades sanas y seguras en el mundo.

La inmunización ha comenzado en la mayoría de los países. Vemos la luz al final del túnel. Estoy deseando recibir la vacuna e impaciente por poder abrazar a mi primer nieto, que nació en plena pandemia. También estoy deseando poder volver a celebrar el culto en una iglesia llena de gente, y espero ver un mundo que trabaje unido para lograr vacunas seguras para todos, para que sea posible que todos abracen a sus familiares y se reúnan en sus lugares sagrados. Nadie estará a salvo hasta que todos estemos a salvo. Juntos podemos lograrlo.

Jim Winkler, presidente y secretario general del Consejo Nacional de Iglesias de Cristo en los EE.UU.

“El Consejo Nacional de Iglesias de Cristo en los EE.UU. (NCCUSA) se une al Consejo Mundial de Iglesias y a UNICEF en la Semana Mundial de la Inmunización de este año, que se celebrará del 24 al 30 de abril. Apoyamos este esfuerzo para salvar vidas y aliviar la carga de los centros sanitarios.

“Creo que, como seguidores de Jesucristo, vacunarnos contra la COVID-19 es nuestra responsabilidad de fieles para poder así participar en el esfuerzo global para superar la pandemia.

Como parte de este esfuerzo, NCCUSA se ha unido a Faith4Vaccines, una iniciativa multiconfesional liderada por NCCUSA, la Unión para el Judaísmo Reformista, la Red Nacional de Clérigos Afroamericanos, la Asociación Médica Islámica, Sojourners y la Red de Pacificadores Religiosos y Tradicionales. Nuestros objetivos compartidos son dar testimonio de la confianza de las comunidades religiosas en la vacuna, apoyar a los lugares de culto y a las comunidades religiosas para que distribuyan las vacunas de forma innovadora, crear espacios para la colaboración multiconfesional y allanar el camino para una distribución global y equitativa de las vacunas”.

Pastor Peter Noteboom, secretario general, Consejo Canadiense de Iglesias

“—¿Cuál es el primer mandamiento de todos?

 Jesús le respondió:

—El primero es: Escucha, Israel: El Señor nuestro Dios, el Señor uno es. Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas. El segundo es este: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento mayor que estos dos”. Marcos 12:28-31 RVA-2015)

En esta pandemia, ¿qué mejor manera de amar al Dios Creador y de amar al prójimo que vacunarse, abogar por la vacunación para todos y contribuir con tiempo y dinero para garantizar que todas las personas de todo el mundo tengan acceso a las vacunas? El virus de la COVID-19 no discrimina, de modo que nuestra respuesta tampoco debe ser discriminatoria. Las vacunas deben estar disponibles para todos en todas partes”.

Rev. James Bhagwan, secretario general de la Conferencia de Iglesias del Pacífico

“Si, como cristianos, nos comprometemos a amar a Dios con todo nuestro corazón, alma, fuerza y mente, y a nuestro prójimo como a nosotros mismos; si proclamamos la vida en abundancia para todos, nuestra respuesta a la pandemia del COVID-19 debe demostrarlo.

Nuestro cuidado como pueblo de Dios para el pueblo de Dios significa que debemos tomar todas las precauciones necesarias para protegernos a nosotros mismos y a los demás. Oramos por los pacientes, sus familias y por la salud y seguridad de nuestros trabajadores de primera línea. Al mismo tiempo, confiamos en los conocimientos y habilidades con los que Dios ha dotado a nuestros trabajadores del sector de la salud: médicos, enfermeras y demás personal de salud, y seguimos sus indicaciones.

Mi esposa y yo recibimos nuestra primera dosis de la vacuna #astrazeneca no solo para protegernos a nosotros mismos, sino como responsabilidad hacia nuestra familia, compañeros de trabajo y comunidad. Independientemente de lo que se piense o de a quién se culpe de la COVID-19, o de sus motivos y conspiraciones, etc., la vacunación es importante.

Sin embargo, la voluntad de ser vacunado es solo una parte de la ecuación: es importante que haya equidad en la vacunación y que las comunidades y grupos que necesitan urgentemente las vacunas tengan acceso a un programa de vacunación completo”.

Dr. Mathews George Chunakara, secretario general de la Conferencia Cristiana de Asia

“A pesar de que las vacunas son una de las intervenciones sanitarias más exitosas y rentables y de que su eficacia probada ha sido ampliamente reconocida, millones de niños en el mundo carecen de cobertura de vacunación. Uno de cada tres niños subinmunizados del mundo vive en el sur de Asia. La escasez de vacunas adecuadas y la falta de concienciación y de confianza en la vacunación suelen obstaculizar el éxito de las campañas de vacunación en la región. A medida que se van extendiendo gradualmente las vacunas contra la COVID-19, se generan disparidades alarmantes en el acceso a las mismas en todo el mundo. El acceso a las vacunas, así como la desinformación y la desconfianza, siguen siendo un desafío incluso en el contexto del terrible impacto catastrófico de la pandemia. Teniendo en cuenta la necesidad de intensificar la vacunación para combatir la pandemia, las iglesias asiáticas están comprometidas con la labor de abogar por una campaña de vacunación eficaz y de instar a sus miembros en toda Asia a que promuevan un comportamiento orientado hacia la salud en el ámbito comunitario para hacer del mundo un lugar más saludable.

Para más información:

Invitación a los medios de comunicación y a los comunicadores de las iglesias miembros y de los asociados ecuménicos para asistir a la conferencia de prensa del miércoles 28 de abril a las 15:00 horas CET.

Convocatoria de prensa: El CMI celebrará la Semana Mundial de la Inmunización promoviendo la vacunación en aras de la salud mundial | Consejo Mundial de Iglesias (oikoumene.org)

El CMI celebrará la Semana Mundial de la Inmunización promoviendo la vacunación en aras de la salud mundial | Consejo Mundial de Iglesias (oikoumene.org)

Ante la llegada de las vacunas contra la COVID-19, el CMI insta a los líderes religiosos a combatir la desinformación

Recursos del CMI sobre la pandemia de la COVID-19

Vacunas para todos | UNICEF

Los promotores de la vacuna con sus fotografías

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