“Al tiempo que seguimos las noticias sobre el enloquecido avance hacia la guerra, abogamos por una lógica diferente a la basada en la competencia geopolítica: una lógica que tenga en cuenta la muerte y el sufrimiento que cualquier conflicto armado causaría inevitablemente a los niños y niñas, mujeres y hombres de Ucrania”, afirmó el Rev. Sauca. “Oramos por un cambio en los corazones y en las mentes, por la disminución de las tensiones y por el diálogo en lugar de las amenazas”.
“El pueblo de Dios, así como los miembros de la comunidad ecuménica, se encuentra en ambos lados del enfrentamiento actual”, añadió. “No obstante, nuestro Dios es un Dios de paz, y no un Dios de guerra y derramamiento de sangre. Aunque aquello que hace posible la paz pueda permanecer oculto a los ojos de quienes encabezan este avance hacia la guerra, oramos para que se pueda mostrar ante ellos y para que la paz pueda prevalecer”.
Declaración del secretario general en funciones del CMI sobre Ucrania