Image
Children at the Rohingya camp, in Kutupalong, Cox’s Bazar, Bangladesh.

Un espacio acogedor para los niños en el campamento rohinyá en Kutupalong, Cox’s Bazar (Bangladesh).

 

Fotografía:

“Mil millones de niños sufren violencia y abusos cada año”, así empieza la declaración. “Esta cifra espeluznante ha incluso aumentado durante la pandemia de COVID-19”.



Los servicios de prevención y respuesta a la violencia para 1800 millones de niños que viven en más de cien países se han visto perturbados, afirma la declaración.



“Las medidas destinadas a contener el virus, junto con las dificultades económicas y el estrés familiar, se han combinado creando las condiciones de una ‘tormenta perfecta’ para los niños susceptibles de observar o padecer abusos físicos, emocionales y sexuales”, se observa. “A pesar de los beneficios de la conectividad digital, el paso a una vida más en línea por lo que respecta al aprendizaje, la socialización y los juegos ha incrementado significativamente la exposición de los niños a quienes desean dañarlos”.



Hoy, nos encontramos en un momento crítico para los niños del mundo, se advierte. “A menos que actuemos ya y con urgencia, corremos el riesgo de que una generación de niños sufra las consecuencias a largo plazo de la violencia y los abusos, lo cual socavaría la seguridad, la salud, el aprendizaje y el desarrollo infantil mucho después de que la pandemia remita”, dice el mensaje. “Esto no puede suceder”.



Es hora de redoblar nuestros esfuerzos colectivos, exhorta la declaración.



“Juntos, como líderes de organizaciones decididas a poner fin a la violencia contra los niños, instamos a nuestros dirigentes en los gobiernos, el sector privado, las comunidades religiosas, las organizaciones multilaterales, la sociedad civil y los organismos deportivos a aprovechar el momento y erigirse en defensores de este programa en sus países, organizaciones, redes y comunidades”, urge la declaración. “Debemos hacer todo lo posible para que los niños estén seguros durante la crisis actual, y trabajar juntos para reconstruir mejor y acabar con todas las formas de violencia, abuso y explotación de los niños”.



Leer la declaración completa (en inglés)