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Foto: Albin Hillert/CMI

Foto: Albin Hillert/CMI

Mientras la comunidad de Taizé se prepara para reunirse en Polonia, justo después de Navidad, el secretario general del Consejo Mundial de Iglesias (CMI), el Rev. Dr. Olav Fykse Tveit, le hizo llegar oraciones y aliento en nombre de la comunidad del CMI.

Miles de jóvenes se reunirán en un evento de la Peregrinación de confianza, muchos de ellos tras recorrer largas distancias. “Como siempre, su reunión en Breslavia estará marcada por la hospitalidad y la espiritualidad”, escribió Tveit en su saludo. “Los jóvenes peregrinos y residentes dejarán atrás las barreras sociales, culturales y religiosas para reunirse y compartir una profunda comunión con Dios”.

Es una señal de una nueva vida y un momento de confluencia para todos nosotros, continuó Tveit. “Además, este encuentro tendrá lugar justo después de Navidad, un tiempo en que reflexionamos sobre la encarnación de Dios en Jesús”, escribió. “En él aprendemos que Dios está con nosotros, sufre con nosotros, se queda con nosotros y lleva a cabo sus obras en nosotros”.

No importa en qué punto del viaje estemos, nunca estamos desarraigados del amor de Cristo, reflexionó Tveit. “Al comienzar un nuevo año, podemos levantar nuestros corazones con la esperanza genuina de un nuevo día en que las semillas de la contemplación y de la solidaridad puedan avivar las energías creativas de los jóvenes comprometidos que trabajan por una vida mejor para todos en Europa”.

El Rev. Tveit señaló que la experiencia de la comunidad de Taizé, en muchos sentidos, ilustraba lo que el CMI descubre permanentemente en la peregrinación de justicia y paz: que el viaje en sí mismo saca lo mejor de nosotros. “Como discípulos, el encuentro con Dios y entre nosotros nos transforma permanentemente, y nos impulsa a derribar las barreras (de nación, raza, género o credo) y a crear comunidad”, escribió Tveit. “Cristo no está ligado ni limitado por ninguna nación o agenda nacionalista”.

El amor de Cristo impregna a la única familia humana, al mundo; de hecho, a toda la Creación de Dios, concluyó Tveit. “Cualquier discriminación o exclusión contradice el amor de Cristo y pone en peligro a los estigmatizados o excluidos”, escribió. “La experiencia del siglo XX nos ha enseñado eso”.

En nombre del CMI, Tveit ofreció oraciones por cada bendición en el encuentro en Breslavia. “Que esta próxima etapa de la Peregrinación de confianza de la comunidad de Taizé permita a todos y a cada uno de los participantes crecer en el amor de Cristo y revelar un nuevo amanecer para todos nosotros”, escribió.

 

Lea el texto completo de la carta del secretario general del CMI