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El Consejo Mundial de Iglesias (CMI), la Alianza Evangélica Mundial y la Conferencia de Iglesias de Toda el África, junto con otras organizaciones humanitarias religiosas relacionadas y una coalición de redes y organizaciones relacionadas con las iglesias, están promoviendo el 10 de junio como segundo Día internacional de oración para acabar con el hambre, observado una vez al año por las congregaciones de todo el mundo.
La Dra. Agnes Abuom, moderadora del Comité Central del CMI, afirmó: “Tenemos que acabar con el hambre con valentía y en oración, resolviendo los conflictos y promoviendo la paz y la justicia. Trabajemos para aumentar la resiliencia comunitaria ante el cambio climático y los desastres naturales, acojamos y atendamos a las personas desplazadas, y ayudémoslas a reconstruir sus vidas y recuperar su autonomía.”
Los desplazamientos forzados, debidos con frecuencia a los conflictos armados, el cambio climático o los desastres naturales están alejando a las personas de sus hogares y de medios de subsistencia seguros. 30,6 millones de personas fueron desplazadas internamente en 2017, lo que equivale a 80,000 personas desplazadas cada día que se ven relegadas a entornos hostiles e inhóspitos, haciéndolas más vulnerables al hambre, la pobreza, la explotación y la dependencia.
Las causas comunes de la mayoría de las crisis alimentarias del mundo son el conflicto y el cambio climático. Actualmente, alrededor de 80% de cada dólar empleado por el Programa Mundial de Alimentos va destinado a intervenciones en zonas de guerra. Los conflictos en Afganistán, República Centroafricana, República Democrática del Congo, Irak, Nigeria, Sudán del Sur, Siria, Myanmar, y Yemen continúan forzando a ingentes cantidades de personas a huir sus hogares. Sin embargo, los ciclones, las tempestades y las inundaciones que asolaron el Caribe y el Asia meridional, destruyendo infraestructura básica y dejando a millones de personas sin hogar, también han provocado desplazamientos.
El Dr. Ojot Miru Ojulu, secretario general adjunto para Asuntos Internacionales y Derechos Humanos de la Federación Luterana Mundial, y miembro del Grupo Estratégico de la Campaña "Food for Life" de la Alianza Ecuménica de Acción Mundial del CMI, afirmó: “Todos somos peregrinos, extranjeros y exiliados en la tierra (Hebreos 11:13), y estamos llamados a acoger al extranjero, al forastero y a los desplazados”. (Levítico 19:33 - 34).
El Dr. Ojulu agregó: “Llama la atención en hecho de que la mayoría de los refugiados del mundo sean acogidos por países de ingresos bajos o medios, como Líbano, Turquía, Irán, Etiopía y Pakistán, y no por las naciones más ricas y avanzadas. ¡El mundo tiene que hacer mucho más! Con la asistencia y el acompañamiento necesarios, las personas desplazadas pueden renovar el mundo y conferirle nueva energía”.
Observemos el 10 de junio como Día internacional de oración para acabar con el hambre. Que nuestras oraciones se unan a las de nuestros millones de hermanos y hermanas en sus plegarias al Señor para que les ayude en esta situación difícil.
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