Entrevista
¿Qué es lo que más le inspira de asumir este papel tan importante para el CMI?
Rev. Pihaatae: Llevo desde 1995 en un camino ecuménico de fe y, además, soy el antiguo secretario general de la Conferencia de Iglesias del Pacífico, función que desempeñé entre 2013 y 2018. Creo que ahora es el momento, y es la voluntad de Dios, que pase a trabajar en el ámbito internacional, y creo que el foro internacional que encarna el CMI es el espacio adecuado para llevar las cuestiones de la región del Pacífico a este ámbito.
¿Cuáles son sus mayores preocupaciones en el contexto del Pacífico?
Rev. Pihaatae: Las mayores preocupaciones para las poblaciones del Pacífico incluyen la autodeterminación y la dignidad humana de Papúa Occidental, Maohi Nui y Kanaky. También nos centramos especialmente en la justicia climática y en las repercusiones del aumento del nivel del mar en los atolones bajos. Buscamos compensación del Estado francés para las víctimas de los ciento noventa y tres ensayos nucleares que se han llevado a cabo en Moruroa y Fagataufa, y nos preocupa profundamente el proyecto de explotación minera de los fondos marinos por parte de las grandes empresas internacionales, que destruiría nuestro principal medio de subsistencia.
¿Cómo contribuirá la 11ª Asamblea del CMI al avance en el camino de la paz y la reconciliación en el Pacífico?
Rev. Pihaatae: El CMI ya ha hecho mucho por las iglesias del Pacífico, y con las distintas perspectivas, recursos y materiales que adquirimos durante la Asamblea en las sesiones plenarias temáticas, los estudios bíblicos, los cultos matutinos y vespertinos, el intercambio diario de los grupos en las mesas, los talleres y los home groups (grupos hogareños), nos sentimos empoderados para comenzar nuestra misión inmediatamente después de la Asamblea. Lo que necesitamos del CMI, básicamente, es el acompañamiento pastoral de nuestras iglesias miembros mediante recursos humanos y también, a ser posible, su apoyo para hacer avanzar la misión por el camino de la paz y la reconciliación en nuestra región.
Doy gracias a Dios por este magnífico y único momento en nuestras vidas. La Asamblea del CMI ha reunido a personas de todo el mundo y las ha inspirado mediante el Espíritu de Dios al compartir sus alegrías, su dolor, su indignación y, al mismo tiempo, encontrar un terreno común para ayudarse unas a otras a realizar la misión en sus propios contextos.
Quiero expresar mi sincero agradecimiento a la moderadora, los vicemoderadores, el secretario general en funciones y todos los miembros del personal del CMI, que han trabajado con empeño para que todos pudiéramos estar presentes en Karlsruhe, y, en especial, a las iglesias anfitrionas en Europa por su generosa hospitalidad, que ha hecho que nos sintiéramos como en casa.
Por último, pero no menos importante, la única herramienta para superar todos los asuntos cruciales a los que nos enfrentamos hoy es la fe. Mauruuru y que Dios les bendiga.
Retransmisión en directo de la 11ª Asamblea del CMI en Karlsruhe (Alemania)
Fotografías de la 11ª Asamblea del CMI en Karlsruhe (Alemania)
11ª Asamblea del CMI en Karlsruhe (Alemania)
