“Lamentablemente, a pesar de nuestros esfuerzos en los últimos meses, los obstáculos prácticos y políticos para la participación de la Iglesia Ortodoxa Ucraniana y la Iglesia Ortodoxa de Ucrania —en calidad de principales participantes en cualquier proceso de diálogo— hacen que en estos momentos nuestros planes no sean factibles”, declaró Pillay. “Mantenemos nuestra convicción de que la participación de ambas iglesias es un pilar fundamental en el proceso de diálogo al que aspiramos, para promover la cohesión social entre el pueblo de Ucrania en su camino como nación libre e independiente, y para la búsqueda más amplia de la paz en un mundo profundamente dividido y conflictivo”.
Los dirigentes del CMI habían realizado visitas a las iglesias de Ucrania y a la Iglesia Ortodoxa Rusa con vistas a garantizar su participación en un proceso de diálogo.
Para concluir, el secretario general afirmó: “El CMI está siempre dispuesto a convocar y facilitar cualquier diálogo de este tipo, a explorar otros formatos posibles, y a trabajar con y a través de sus iglesias miembros por la paz en Ucrania, por una realización más plena de todo aquello que contribuye a la paz, y en contra de la violencia desmedida de la guerra”.
Declaración del CMI sobre el aplazamiento de la mesa redonda sobre Ucrania (en ingles)