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El extinto Rev. Dr. Castro, 1985. © CMI/Peter Williams

El extinto Rev. Dr. Castro, 1985. © CMI/Peter Williams

Líder ecuménico a finales del siglo XX, el Rev. Dr. Emilio Castro es recordado en el Consejo Mundial de Iglesias (CMI) por sus “incasables esfuerzos para conjugar la fe y la espiritualidad cristianas con el compromiso radical en las luchas por la justicia”.

Emilio Castro, pastor metodista y teólogo oriundo del Uruguay, secretario general del CMI de 1985 a 1992,  falleció el 6 de abril en Montevideo, Uruguay, a los 86 años.

Miembro de la Iglesia Metodista en el Uruguay, se incorporó inicialmente al CMI en 1973, ocupando el cargo de director de la Comisión de Misión Mundial y Evangelización (CMME).

“En calidad de director de la CMME allanó el camino para que las iglesias de países de Europa oriental participaran activamente en la vida del Consejo”, señaló el Rev. Dr. Olav Fykse Tveit, secretario general del CMI.

“Su liderazgo personal fue crucial en la producción de Misión y evangelización: una afirmación ecuménica que se considera la declaración más importante y completa del Consejo Mundial de Iglesias sobre misión, adoptada en 1982 tras exhaustivos debates con iglesias del mundo entero”, prosiguió.

“Quiero mencionar los grandes aportes de Emilio Castro a la labor del CMI sobre misión de la iglesia, justicia y paz como un verdadero llamado para la iglesia. Durante mi elección al cargo de secretario general en la reunión del Comité Central del CMI y en posteriores encuentros me dio muchos ánimos y era optimista respecto al futuro del movimiento ecuménico”, recordó.

“Lo conocí en 1992 y,  joven ecuménico, me inspiró a comprometerme con el llamado a la unidad y la justicia. Apeló a mi fe y mi corazón con sus palabras y la chispa de sus grandes  ojos”, concluyó el Rev. Tveit.

Durante la dictadura y los disturbios sociales en Uruguay en la década de 1970, el pastor Castro desempeñó un papel significativo fomentando el diálogo entre grupos políticos y la creación del Frente Amplio, coalición de fuerzas democráticas. Por sus esfuerzos en defensa de los derechos humanos en América Latina en la década de 1980 recibió la Orden de Bernardo O'Higgins, la más alta condecoración del Estado chileno.

Recuerdo del legado de Emilio Castro

El Rev. Dr. Walter Altmann, moderador del Comité Central del CMI, expresó su tristeza por el deceso del pastor Castro. “La noticia de su fallecimiento me causó un profundo pesar”, afirmó.

“Emilio Castro fue uno de los líderes ecuménicos más destacados de América Latina; predicador elocuente, lograba vincular en forma convincente el llamado a la misión con el compromiso social”, puntualizó.

El Rev. Altmann prosiguió diciendo: “La oposición a las dictaduras de América Latina en las décadas de 1970 y 1980 indudablemente fue una consecuencia de la fe en Cristo comprometida con el prójimo y, en particular, con los vulnerables y los oprimidos. Nuestros corazones están llenos de gratitud por el testimonio de vida que diera el pastor Castro y que deja para nuestra inspiración.”

Julio Murray, obispo anglicano y presidente del Consejo Latinoamericano de Iglesias (CLAI) envió un mensaje de condolencia a la familia en el que sostiene: “Su  liderazgo y su  visión profética motivaron el movimiento ecuménico hacia la formación de un Consejo Latinoamericano de Iglesias, con el objetivo de ser una voz activa de las iglesias evangélicas delante de la pobreza y la violación de los derechos humanos en este continente.”

El Rev. Juan Abelardo Schvindt, ex secretario general de la Iglesia Evangélica del Río de la Plata (IERP) recordó la reunión del Comité Central del CMI que tuvo lugar en Argentina en 1985.

“La idea de Emilio Castro de celebrar esa reunión en un país que acababa de dejar atrás los tristes días de la dictadura militar fue muy importante, no solo para las iglesias de la Argentina, sino también para toda la labor de defensa de los derechos humanos en nuestro continente”, indicó.

“Emilio deja tras de sí un legado muy profundo, no solo por su excelente postura, sino también por su compromiso personal y pastoral con una iglesia renovada, abierta e inclusiva que trabaje en favor de los excluidos”, concluyó el Rev. Schvindt.

En su mensaje, la Rvda. Dra. Ofelia Ortega, de Cuba, presidenta del CMI para América Latina, declaró: “En palabras de José Martí, poeta cubano, 'morir es cerrar los ojos para ver mejor'. El deceso de Emilio Castro nos embarga con la fuerza de su recuerdo, el poder de su amor y las enseñanzas de su sabiduría intemporal, dedicados plenamente a la búsqueda de la justicia y la paz. Gracias a la extraordinaria historia de su vida, hoy nos sentimos llenos de esperanza y capaces de experimentar el milagro diario de la resurrección. Así, seguimos disfrutando de su compañía incomparable.”

Sobreviven a Emilio Castro sus hijos Ruth y Emilio, y sus familias.

Ver texto completo del homenaje del secretario general del CMI a Emilio Castro