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El Rev. Norman Bent con el Rev. Vitalino Similox, del Consejo Cristiano Ecuménico de Guatemala, durante una consulta en San Salvador, en 2006, organizada por las iglesias canadienses con sus asociados centroamericanos. Fotografía: Jim Hodgson/UCC

El Rev. Norman Bent con el Rev. Vitalino Similox, del Consejo Cristiano Ecuménico de Guatemala, durante una consulta en San Salvador, en 2006, organizada por las iglesias canadienses con sus asociados centroamericanos. Fotografía: Jim Hodgson/UCC

“Recibimos con tristeza la noticia del fallecimiento del Rev. Norman Bent”, afirmó el Rev. Prof. Dr. Ioan Sauca, secretario general en funciones del Consejo Mundial de Iglesias (CMI). “A través de su incansable ministerio por la reconciliación, la justicia y la paz, el Rev. Bent deja un inspirador legado para el movimiento ecuménico mundial”.

El Rev. Bent, de la Iglesia Morava de Nicaragua, trabajó activamente para lograr la pacificación del conflicto armado en la Costa Atlántica del país en los años 80. Falleció en la madrugada del 17 de mayo y recibió sepultura el mismo día debido a la situación de la COVID-19.

Era miembro de la comunidad indígena del pueblo miskito y era muy respetado por su pueblo y por el gobierno del país, al tiempo que gozaba también de un amplio reconocimiento y prestigio internacional.

La Rev. Cora Matamoros, miembro del Comité Ejecutivo del CMI, quien pertenece a la misma iglesia que el Rev. Bent, expresó su agradecimiento por el ministerio inspirador y el papel constructivo que desempeñó.

“Recibí por primera vez la Santa Comunión de sus manos, ya que era el pastor de la Primera Iglesia Central de Bilwi a mediados de los años 70”, recordó.

“Fueron tiempos difíciles para nuestra nación, con el terremoto de 1972, el huracán Fifi-Orlene (1974) y el derrocamiento inicial del régimen de Somoza (1978-79)”, afirmó. “La voz profética del Rev. Bent ayudó a la iglesia a mantenerse unida en la solidaridad mutua y con un profundo sentimiento de comunidad”.

A principios de los 90, pasó varios años con las congregaciones de la Iglesia Unida de Canadá en Winnipeg, donde se le recuerda con cariño.

En esa misma década, prestó servicio al Consejo Latinoamericano de Iglesias como coordinador continental de la Pastoral de aborígenes y afrodescendientes contra toda discriminación.

Para el Rev. Dr. Walter Altmann, ex moderador del CMI (2006 - 2013), el Rev. Bent fue un líder destacado que también “se comprometió de manera constante con las relaciones y esfuerzos ecuménicos en su país, en Centroamérica y más allá”. “Fue para mí todo un honor y un gran placer acompañarle en su camino ecuménico y también en la labor de apoyo al Consejo Latinoamericano de Iglesias durante el tiempo que fui su presidente. Norman Bent fue una gran bendición para muchas personas y descansa en la paz de Dios”.

El Rev. Bent apoyó la Revolución Sandinista, y también el exitoso esfuerzo de su iglesia para negociar un acuerdo de paz con la Resistencia indígena del pueblo miskito en 1987.

A principios del decenio de 2000, junto con monseñor David Zywiec, el Rev. Bent formó el Consejo Ecuménico de la Costa Caribe, que ayuda a coordinar la labor humanitaria y de acción ecuménica en la región.

“El fallecimiento del Rev. Norman Bent deja un espacio vacío en la Unidad Morava Mundial”, afirmó el Rev. Dr. Jorgen Boytler, administrador de la Junta de la Unidad de la Iglesia Morava Mundial. “El hermano Norman Bent estaba comprometido con la paz y la reconciliación y plasmó su identidad morava en su activa labor ecuménica y de apoyo. Seguirá siendo una gran inspiración para la Iglesia Morava y para otros tantos”, añadió.

En 2005, fue presidente de la Oficina de Desarrollo de la Iglesia (ADSIM) y también fue el defensor del pueblo nacional para cuestiones de derechos humanos de los pueblos indígenas. En el desempeño de esta función, se ganó la confianza de muchas personas, y fue frecuentemente llamado a mediar en conflictos entre diversos sectores en las dos regiones autónomas de la costa atlántica.

“Los profetas de la justicia y la paz siempre son controvertidos, y conozco a algunas personas que nunca encontraron la manera de reconciliar sus diferencias con él. A pesar de esto, siempre mantuvo una actitud amable y de buen humor en lo que se refería a esas diferencias, y siempre estaba dispuesto a intentarlo de nuevo”, afirmó Jim Hodgson, coordinador del programa de cooperación para América Latina y el Caribe de la Iglesia Unida de Canadá.

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