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Horrorizado por los recientes acontecimientos en Israel y Palestina, el Comité Ejecutivo del Consejo Mundial de Iglesias (CMI) ha expresado una vez más "el rechazo del CMI a la violencia y a la injusticia" y ha reiterado "su constante llamamiento al respeto de los derechos humanos de todas las personas de la región, independientemente de su identidad nacional, étnica o religiosa". Este mensaje fue emitido durante la reunión del Comité Ejecutivo que tuvo lugar del 13 al 18 noviembre en Ginebra, Suiza.
El Comité expresó su profunda preocupación por los ataques violentos contra ambas poblaciones, y sobre las "medidas que suponen la división a largo plazo del acceso a la mezquita de Al-Aqsa y a otros lugares sagrados". Ese tipo de medidas, destacaba la declaración, reducen la esperanza de alcanzar la paz.
El CMI reafirmó su "visión de Jerusalén como una ciudad abierta, una ciudad de dos pueblos y una ciudad santa para tres religiones".
Declaración emitida por el Comité Ejecutivo del CMI el 18 de noviembre de 2015
