“Estamos profundamente alarmados por el incumplimiento reiterado del derecho internacional, que no hace sino perpetuar el ciclo de violencia y represión colectiva, como se ha visto, por desgracia, en diversos conflictos en todo el mundo”, declaró. “Los continuos ataques de Israel, que han provocado una destrucción generalizada y la trágica pérdida de vidas civiles, son intolerables”.
Pillay describió los ataques con misiles y otras acciones de Israel en el Líbano, seguidos de su invasión del sur del país, como “claras violaciones del derecho internacional” y una afrenta a la soberanía del Estado libanés.
“También recordamos la actual ofensiva contra Gaza, una región que ya ha pagado un precio inaceptable en términos de vidas civiles y destrucción”, afirmó. “La guerra contra Gaza debe terminar inmediatamente”.
Subrayó que la población de Gaza merece vivir con dignidad.
“Pedimos el cese inmediato de toda violencia”, añadió. “Todos los países y líderes, y especialmente los Estados Unidos de América, deben desempeñar un papel más intencionado en el establecimiento de una paz justa en Oriente Medio para evitar una guerra regional a gran escala”.
Pillay pidió que se pusiera fin a la persistente preocupación por la guerra y la violencia.
“Expresamos nuestra solidaridad cristiana y nuestro apoyo a las iglesias miembros y los asociados ecuménicos del CMI en el Líbano, así como al Consejo de Iglesias de Oriente Medio, en el contexto de la crisis actual”, dijo.
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