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El Secretario general del CMI, Olav Fykse Tveit, con el nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, en Buenos Aires, Argentina. © CMI/Marcelo Schneider

El Secretario general del CMI, Olav Fykse Tveit, con el nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, en Buenos Aires, Argentina. © CMI/Marcelo Schneider

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El obispo emérito de la Iglesia Evangélica Metodista de Argentina, Aldo M. Etchegoyen, quien dio la bienvenida a Buenos Aires al Secretario General del Consejo Mundial de Iglesias (CMI), el Rev. Dr. Olav Fykse Tveit, y a la presidenta del CMI para América Latina y el Caribe, la Rev. Gloria Ulloa, elogió el apoyo del Consejo a la lucha de las iglesias argentinas durante los años de la dictadura.

“Los argentinos tenemos una gran deuda con el Consejo Mundial de Iglesias por su actuación durante la dictadura y la lucha por la vida durante el régimen militar”, dijo el obispo en una reunión, celebrada el 25 de agosto, que contó con la participación de organizaciones argentinas de derechos humanos.

En la reunión, tanto Ulloa como Tveit hablaron de los compromisos actuales del CMI en defensa de la vida y de los derechos humanos, y afirmaron que ese trabajo requiere el compromiso y la solidaridad no solo de las iglesias miembros del CMI, sino también de la sociedad en general.

Al mirar tanto atrás como hacia adelante, Tveit dijo, “se nos recuerda aquí la crueldad ejercida contra la población civil, pero también debemos recordar y señalar al poder de la vida al que uno sirve. Dios nos da nuevas oportunidades y ahora estamos juntos apreciando y reafirmando el don del movimiento ecuménico. Podemos apoyarnos mutuamente”, añadió.

Se recordó la intervención del CMI en defensa de los derechos humanos en Argentina durante la reunión que tuvo lugar en el histórico templo de la Primera Iglesia Metodista de Buenos Aires; un lugar que, entre otras cosas, sirvió para albergar las primeras reuniones de las Madres de la Plaza de Mayo en la década de 1970, cuando el grupo se enfrentó a la dictadura militar y reclamó la rendición de cuentas en relación con los miles de ciudadanos “desaparecidos”.

También se recordó que el CMI y sus iglesias miembros argentinas previamente habían ayudado a atender y reasentar a miles de refugiados chilenos en 1973, cuando empezó la dictadura en el país andino. Aunque el CMI carecía de las infraestructuras adecuadas para semejante emergencia, gracias a figuras internacionalmente influyentes, como la del Rev. Charles Harper, el Consejo pudo prestar asistencia a los refugiados en forma de vivienda e integración en sus países de acogida.

El obispo Etchegoyen terminó su presentación diciendo: “Ya no estamos en la oscura noche de la dictadura y sus atrocidades, pero seguimos siendo conscientes de que aún hay necesidades comunes insatisfechas y derechos por conquistar; lo que algunos llaman ‘el programa de los derechos humanos en las democracias del siglo XXI’”.

La mesa redonda contó con los importantes testimonios de Bella Friszman, vicepresidenta de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH); el Rev. Rodolfo Reinich, del Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos (MEDH); Nora Cortiñas, vicepresidenta de la Asociación de Madres de la Plaza de Mayo; el Dr. Gastón Chiller, secretario ejecutivo del Centro de Estudios Legales y Sociales; y Gabriela Liguori, coordinadora general de la Comisión Argentina para los Refugiados y Migrantes (CAREF).

También participó el nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, fundador del Servicio Paz y Justicia (SERPAJ), una ONG argentina de derechos humanos. Pérez Esquivel destacó la necesidad de trabajar simultáneamente en las redes locales y mundiales dedicadas a la promoción de la justicia, y añadió: “para nosotros está cada vez más claro que en varios contextos que encontramos en el mundo son los Estados quienes violan los derechos humanos”. “Debemos denunciar (esas violaciones) y seguir buscando y creando alternativas. La democracia se construye, no es algo que pueda darse por sentado o que llegue como un regalo”, añadió.

La delegación del CMI se reunió también con representantes de la Iglesia Ortodoxa de Argentina. Durante el encuentro los participantes intercambiaron opiniones sobre lo que implica ser la iglesia para personas que viven con dos identidades nacionales.

En su reunión, celebrada en la Catedral de San Jorge, de la Iglesia Ortodoxa de Antioquía en Buenos Aires, Tveit y Ulloa explicaron las iniciativas del CMI para obtener ayuda para los refugiados y lograr una resolución pacífica de los conflictos de Siria, Líbano e Israel y Palestina.

El primer día de la peregrinación de la delegación en Argentina terminó con una visita oficial a la sede de la Iglesia Evangélica Metodista de Argentina.

Las reuniones de la delegación del CMI con las iglesias miembros de Argentina se inscriben en el marco de la peregrinación de justicia y paz del CMI; el llamamiento de la 10ª Asamblea del CMI, que tuvo lugar en la República de Corea en 2013.

El defensor de los derechos humanos, Charles Harper, galardonado por el gobierno argentino (comunicado de prensa del CMI del 19 de septiembre de 2014)

Iglesias miembros del CMI en América Latina

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