Image
Photo: Albin Hillert/World Council of Churches

Photo: Albin Hillert/World Council of Churches

El secretario general del Consejo Mundial de Iglesias (CMI), el Rev. Dr. Olav Fykse Tveit, ha condenado los ataques perpetrados en diversos lugares del mundo durante una violenta semana en la que muchas personas han perdido la vida o a sus seres queridos.

El 22 de abril, en Kabul (Afganistán), un terrorista suicida causó la muerte de al menos 60 personas e hirió a más de 120, incluidos niños, mientras hacían cola ante una oficina de inscripción de votantes.

El día siguiente, el 23 de abril, tuvo lugar un atentado en Toronto (Canadá), donde un hombre al volante de una furgoneta arrolló a los viandantes de una concurrida calle, matando a 10 personas y dejando a otras 15 heridas. Supuestamente, el conductor recorrió casi una milla, subiéndose por momentos a la acera y sembrando la destrucción a su paso.

El 24 de abril, representantes eclesiales y gubernamentales de Nigeria confirmaron que dos sacerdotes católicos, el padre Joseph Gor y Felix Tyolaha, figuraban entre las al menos 15 víctimas mortales del ataque perpetrado por pastores contra la Iglesia Católica de San Ignacio en Ayar-Mbalom, una comunidad del estado de Benue. El ataque ocurrió por la mañana temprano mientras los fieles asistían a misa.

“En diversas partes del mundo, numerosas familias y comunidades han perdido a personas que estaban viviendo sus vidas cotidianas –haciendo cola para inscribirse para votar, caminando tranquilamente por lugares que en principio eran seguros, asistiendo a misa”, observó Tveit. “Condenamos estos actos de violencia sin sentido, y llamamos a fortalecer nuestra determinación de lograr la paz y la justicia para todos, la dignidad para todos, la libertad de que todas las personas puedan llevar una vida plena”.

Tveit y la comunidad de iglesias del CMI tienen presentes en sus oraciones a quienes han perdido a un ser querido y, ante tales ataques, piden solidaridad ecuménica.

“Lloramos por las familias de las víctimas y por las ciudades y las comunidades que han perdido tanto tan repentinamente”, dijo Tveit.