"Lamentamos los continuos ataques dirigidos contra un lugar de sanación y refugio –gestionado por nuestros hermanos y hermanas anglicanos– y el desprecio por el carácter sagrado de las instalaciones médicas, protegidas por el derecho internacional humanitario", dijo Pillay. "Estos actos constituyen violaciones graves que se deben investigar y enjuiciar de manera urgente".
El CMI reitera que las acusaciones del uso indebido de los hospitales no pueden justificar las agresiones sistemáticas y crueles.
"Exhortamos a la comunidad internacional a que haga rendir cuentas a los responsables de los crímenes de guerra, y garantice la protección de los civiles y las instituciones humanitarias", dijo. "Junto a las iglesias de Tierra Santa, clamamos justicia, rendición de cuentas y una paz justa".
Declaración del CMI sobre el ataque al Hospital Árabe Al-Ahli de Gaza (en inglés)