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Durante la reunión, se brindaron numerosas oportunidades diarias para que los miembros del órgano rector del CMI pudieran orar juntos por la paz y la justicia en un mundo frágil. Los dirigentes del CMI también recordaron a quienes perdieron la vida a causa de la COVID-19 u otros motivos, y oraron por ellos.
El Comité Central también oró por que Dios “transforme nuestra división y reoriente nuestra visión”.
La Rev. Gloria Ulloa Alvarado, presidenta del CMI para América Latina y el Caribe, pronunció un sermón sobre lo que significa escuchar a Jesús.
“El llamado hoy es a escuchar a Jesús preguntándonos acerca de nuestro amor por él quien es la vida, quien es el camino, quien es la luz”, afirmó Alvarado. “[Jesús] nos invita a amar tan profundamente que podamos hacer lo que hizo Pedro, cuidar el rebaño de Dios, el mundo, sus gentes, sus territorios, su planeta, la vida, el agua, luchar contra el cambio climático, luchar contra poderes económicos de muerte, poderes que destruyen con violencia la vida”.
Alvarado dijo que Dios nos invita, como a Pedro, a amar hasta el punto de estar dispuestos a entregar nuestra propia vida por ese amor salvador. “Dios se hace, se transforma en poder, se glorifica en medio de nuestras debilidades”, observó. “Apacentemos al rebaño de Dios de tal manera que ‘El amor de Cristo que lleva al mundo a la reconciliación y la unidad’, en este contexto de pandemia que ha exacerbado la ambición y la injusticia, nos fortalezca en nuestro compromiso por la unidad y la reconciliación y por el bienestar de nuestros pueblos”.
El Comité Central del CMI se reunió por videoconferencia del 9 al 15 de febrero para preparar la 11ª Asamblea del CMI, ocuparse de asuntos administrativos, fortalecer la comunidad del CMI mediante el intercambio, y orar por la paz en el mundo y en particular en Ucrania.
Sermón de la Rev. Gloria Ulloa Alvarado, presidenta del CMI para América Latina y el Caribe
