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Las nuevas perspectivas de paz en la península de Corea fueron objeto de debate en la sesión plenaria sobre “La comunidad viva”, durante el Comité Central del CMI. Foto: ©Ivars Kupcis/CMI

Las nuevas perspectivas de paz en la península de Corea fueron objeto de debate en la sesión plenaria sobre “La comunidad viva”, durante el Comité Central del CMI. Foto: ©Ivars Kupcis/CMI

En una sesión plenaria sobre “La comunidad viva” que tuvo lugar durante la reunión del Comité Central del Consejo Mundial de Iglesias (CMI), el 20 de junio, la organización hizo un repaso de los éxitos cosechados en los últimos 70 años en su trabajo por la unidad y la acción de los cristianos, y también examinó los desafíos del futuro.

La sesión plenaria se centró en la península de Corea, el Programa de Lucha contra el Racismo, la lucha contra las armas nucleares, y la campaña Jueves de negro, el movimiento mundial que se opone a las actitudes y las prácticas que permiten la violación y la violencia.

El Rev. Myong Chol Kang, presidente de la Federación Cristiana Coreana en la República Popular Democrática de Corea (RPDC o Corea del Norte), expresó su sincero agradecimiento y reconocimiento al CMI.

“Desde la Consulta de Tozanso de 1984, el CMI ha participado en los esfuerzos de paz y reunificación en la península de Corea a través del contacto y la cooperación con la Federación Cristiana Coreana y con los asociados ecuménicos de todo el mundo; durante más de 30 años”, dijo el Rev. Kang. “Hermanos y hermanas, la paz empieza a asomarse a la península de Corea, que ha tenido que lidiar con la confrontación nuclear y la guerra”.

Kang también reconoció que queda mucho trabajo por hacer para garantizar una paz duradera: “La Declaración de Panmunjom para la Paz, la Prosperidad y la Unificación de la Península de Corea fue adoptada en la histórica cumbre intercoreana, y la declaración conjunta que anuncia el establecimiento de nuevas relaciones entre Corea del Norte y los Estados Unidos, fue adoptada al final de la histórica cumbre Kim-Trump”. “El logro de una paz permanente y bien establecida en la península de Corea depende de cómo apliquemos la Declaración de Panmunjom y la declaración conjunta RPDC-EE. UU.”, dijo Kang.

Y añadió: “Hago un llamado entusiasta a todas aquellas personas que están comprometidas con la justicia y la paz a orar por el éxito de la Declaración de Panmunjom y de la declaración conjunta RPDC-EE.UU. También les pido a ustedes que den su apoyo y aliento activos a la causa”.

El Rev. Hong Jung Lee, secretario general del Consejo Nacional de Iglesias de Corea, expresó su alegría ante la nueva perspectiva de paz en la península coreana.

“Quiero aprovechar esta ocasión para expresar mi más sincero agradecimiento a todos ustedes, los que están aquí bajo los auspicios del CMI, y a la enorme nube de testigos que en los últimos años han participado sacrificadamente en el proceso de acompañamiento ecuménico para la democratización y la unificación pacífica de la península de Corea, lo que, en el contexto coreano, son dos caras de la misma moneda”, dijo. “Esa historia de 70 años del CMI, que empezó en 1948, se ha entremezclado estrechamente con el histórico proceso de acompañamiento ecuménico en las dos Coreas divididas, también establecidas en 1948”.

El Rev. Frank Chikane, moderador de la Comisión de las Iglesias para Asuntos Internacionales del CMI, destacó el papel de las iglesias y la importancia de la voz profética.

El Comité Central también vio fragmentos de una entrevista realizada en Pretoria (Sudáfrica) con Brigalia Bam, una de las mujeres que desempeñaron un papel clave en la formación del movimiento ecuménico.

El trabajo de Bam en el CMI, de 1967 a 1981, se centró en las mujeres y en el Programa de Lucha contra el Racismo. Recorrió el mundo para hablar de estos asuntos e ir construyendo redes de mujeres cristianas. Su ecumenismo y su profundo rechazo del racismo quedaron patentes a lo largo de toda su carrera.

Baldwin Sjollema, el primer director del Programa de Lucha contra el Racismo, también hizo una presentación sobre la influencia de ese programa en el pensamiento y la acción de las iglesias del África meridional, su apoyo humanitario directo a los movimientos de liberación, y su liderazgo entre las campañas internacionales que promovían la desvinculación financiera del apartheid.

Sjollema, subrayó que “en la actualidad, el problema más importante y urgente para todos es definir la forma en que podemos y debemos convivir como pueblos de diferentes culturas, razas e historias”.

Beatrice Fihn, directora ejecutiva de la Campaña Internacional para la Abolición de las Armas Nucleares, que ganó el Premio Nobel de la Paz en 2017, afirmó: “Estoy completamente convencida de que no hubiésemos logrado el Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares, ni hubiésemos ganado ese premio sin el apoyo, la orientación y el compromiso de asociados como el CMI”.

La moderadora del CMI, la Dra. Agnes Abuom, recordó que, hace tres décadas, el CMI declaró el Decenio Ecuménico de las Iglesias en Solidaridad con las Mujeres, durante el cual, dijo, “escuchamos atentamente las historias de las mujeres que habían sido víctimas de violaciones y de violencia debido a la guerra, del abuso de poder, de la pobreza, de la desesperación y de la opresión ejercida por familiares, amigos, líderes comunitarios y religiosos, jefes, colegas y extraños”.

Los Jueves de negro surgieron de esas historias, explicó la moderadora. “La campaña busca promover y rendir homenaje a la resistencia y la resiliencia de las mujeres que se negaron a aceptar que la violencia es inevitable y que los agresores quedan impunes”.

 

Reunión del Comité Central del CMI

Más información sobre los Jueves de negro

Video de la entrevista con Brigalia Bam

Imágenes de alta resolución de la reunión del Comité Central

70 años del Consejo Mundial de Iglesias