“El asalto del ejército israelí al campo de refugiados de Yenín ha causado doce muertos y ciento veinte heridos, una veintena de los cuales se encuentra en estado crítico, y miles de personas han tenido que huir de sus hogares”, afirmó el Rev. Pillay. “Además, el Patriarcado Latino ha anunciado que su iglesia en Yenín ha sufrido daños debido a los bombardeos”.
Asimismo, señaló que las iglesias ortodoxa y latina de Yenín han abierto sus puertas a algunos de los tres mil refugiados que han huido del campo, pero el CMI está preocupado porque toda la población del campo —dieciocho mil personas— se encuentra en situación de necesidad humanitaria urgente. Tras numerosos ataques inútiles en el pasado, el asalto militar solo consigue agravar la situación humanitaria.
“El CMI está preocupado porque cuanto más dure la operación militar, más se deteriorará la situación humanitaria”, declaró Pillay. “El asalto militar es otro esfuerzo inútil, de tantos otros, que solo sirve para exacerbar el conflicto”.
El Patriarcado de Jerusalén emitió una declaración pidiendo el cese del ataque militar. “Una declaración similar del Patriarcado Latino ha condenado la violencia y ha exigido un alto el fuego”, señaló Pillay.
Para concluir, el secretario general afirmó: “El CMI hace también un llamado a las organizaciones humanitarias internacionales para que ayuden a las personas del campo de refugiados de Yenín a reconstruir sus vidas con paz y dignidad”.
El Consejo Mundial de Iglesias pide el fin del asalto militar de Israel (en inglés)
El Patriarcado de Jerusalén pide el fin del ataque a Yenín y reclama una vida digna y segura (en inglés)