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El secretario general del CMI, Rev. Dr. Olav Fykse Tveit, en un oficio religioso a la luz de las velas que tuvo lugar en la capilla del Centro Ecuménico. Fotografía: Ivars Kupcis/CMI

El secretario general del CMI, Rev. Dr. Olav Fykse Tveit, en un oficio religioso a la luz de las velas que tuvo lugar en la capilla del Centro Ecuménico. Fotografía: Ivars Kupcis/CMI

Tras la celebración de la cumbre entre los Estados Unidos (EE.UU.) y la República Popular Democrática de Corea (RPDC), el secretario general del Consejo Mundial de Iglesias (CMI), Rev. Dr. Olav Fykse Tveit, manifestó su agradecimiento a Dios por lo que consideró “un primer paso importante en el camino hacia un porvenir más pacífico y seguro en la región”.

La cumbre de Singapur tuvo lugar tras un periodo de posturas irreconciliables peligrosas y en continuo aumento sin precedentes. Sin embargo, los dirigentes de los EE.UU. y de la RPDC proclamaron su compromiso de establecer nuevas relaciones en concordancia con el deseo de sus pueblos de impulsar la paz y la prosperidad, y de unir sus esfuerzos encaminados a forjar una paz sólida y duradera en la península de Corea. La RPDC ratificó asimismo la promesa formulada en la Declaración de Panmunjom, de 27 de abril de 2018, en el sentido de procurar la desnuclearización completa de la península de Corea.

A lo largo de más de 30 años el CMI ha propiciado el diálogo, el compromiso y el encuentro de los pueblos como medio para solucionar el enfrentamiento y la división en la península de Corea. El Rev. Tveit manifestó que “Como se reconoce en la declaración conjunta firmada por ambos dirigentes, se trata solo del inicio de la labor difícil y detallada de traducir estas afirmaciones compartidas en medidas concretas”. “Hacemos un llamado a los dirigentes de ambos pueblos a que sigan comprometidos a recorrer este camino de diálogo a favor de la paz, y a que contrarresten los impulsos de volver a la retórica de enfrentamiento del pasado”.

Añadió que el CMI proseguirá con sus gestiones y las expandirá junto a las iglesias de los EE.UU. y de Corea del Norte y del Sur, y por conducto de ellas, para crear puentes de confianza y entendimiento mutuo entre los pueblos de los tres países, y colaborará para superar los modelos de tensión, hostilidad y aislamiento establecidos durante decenios.

El Rev. Tveit señaló que “entre otras medidas fundamentales de fortalecimiento de la confianza, abogamos por la suspensión de ulteriores ejercicios militares conjuntos de los EE.UU. y la República de Corea, y la disminución de la presión ejercida por el régimen de sanciones contra la RPDC”. “Hacemos un llamado para que a la cumbre de Singapur le suceda rápidamente una declaración oficial que dé por concluida la Guerra de Corea, y que se comience a elaborar un tratado de paz que sustituya al Acuerdo de Armisticio de 1953, para poner fin al estado de guerra suspendido y crear condiciones más propicias con objeto de solucionar los problemas actuales de la región”.

Por último, el Rev. Tveit señaló: “Y rezamos para que el compromiso de desnuclearización de la península de Corea impulse la labor encaminada a lograr el desarme nuclear mundial, única forma de garantizar que el mundo se libre de esta amenaza a la existencia”.

El mundo unido aboga por la paz en la península de Corea (solo en inglés)

El Consejo Nacional de Iglesias en Corea (solo en inglés)

Iglesias miembros del CMI con sede en República de Corea