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Una mujer ora en la Iglesia del Santo Sepulcro, Jerusalén, 2019.

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“Jerusalén es sagrada”, sostuvo el Rev. Prof. Dr. Ioan Sauca, secretario general en funciones del CMI y continuó diciendo: “lo es para las tres religiones monoteístas y el acceso a Jerusalén es un derecho inalienable de todos los creyentes de esas religiones. Los cristianos llevan más de 2.000 años viviendo en esa tierra y dando testimonio de la resurrección de Jesucristo. La resurrección está en el corazón de la fe cristiana y en el de todas las comunidades cristianas del mundo. No podemos aceptar medidas que cuestionan los derechos fundamentales de nuestras iglesias de celebrar este punto central de nuestra fe”.   

Desde hace muchos años, participar en oraciones e incluso tener acceso a las iglesias de la Ciudad Vieja, en particular durante las vacaciones de Pascua, se ha vuelto cada vez más difícil. Las restricciones adicionales que anunciaron las autoridades para el Sábado del Fuego Santo se suman a las violaciones y presiones que sufren las iglesias en la Tierra Santa, incluidos los ataques al clero, las amenazas contra las iglesias y sus propiedades, así como las limitaciones de acceso al culto.

Las restricciones anunciadas recientemente imponen que solo se permitirá a 1.000 personas entrar en la Iglesia del Santo Sepulcro, y solo se autorizará el acceso de otras 500 a la Ciudad Vieja para que lleguen a los patios del Patriarcado con vistas al techo de dicha iglesia Ya se habían impuestos restricciones el Domingo de Ramos, permitiendo únicamente a cuatro grupos de scouts participar en la procesión de Jerusalén, mientras que a los scouts de Cisjordania que pertenecen a grupos cristianos, se les negó la autorización. Por el contrario, en el desfile navideño de Belén participaron unos 25-30 grupos de scouts cristianos.

“El CMI se une al Patriarcado Griego Ortodoxo en su rechazo y condena de esas restricciones que son injustificadas e injustas”, afirmó el Rev. Sauca.

“En este tiempo de Pascua, cuando todos los cristianos anhelan unirse en la celebración de su fe en la resurrección de nuestro Señor Jesucristo, llamamos a las iglesias miembros del CMI, los líderes del mundo y todas las personas de buena voluntad a condenar las medidas que restringen la libertad de religión y a apoyar el derecho de las iglesias de la Tierra Santa a vivir y adorar con dignidad”, subrayó el Rev. Sauca y añadió: “También llamamos al gobierno de Israel a garantizar el justo acceso de todos a Jerusalén, así como a respetar y preservar el status quo de esa ciudad santa”.

“Cualquier violación de ese status quo amenaza la paz y la seguridad de todas la gente de la región. Siendo miembros de la comunidad internacional es nuestra responsabilidad proteger el marco jurídico y las leyes internacionales en la materia”.

El Rev. Sauca terminó con esta oración: “Que la divina esperanza que nos trae la resurrección de nuestro Señor Jesucristo derribe las barreras de separación entre los pueblos. Que el amor de nuestro Señor Jesucristo lleve al mundo a la reconciliación y la unidad”.

Statement by the Orthodox Patriarchate of Jerusalem for Easter 2022