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Issam, un niño refugiado de Siria, disfruta de una fiesta sueca. Foto: Albin Hillert

Issam, un niño refugiado de Siria, disfruta de una fiesta sueca. Foto: Albin Hillert

Mientras las guerras y los conflictos siguen obligando a miles de familias a huir de sus hogares cada día, el Consejo Mundial de Iglesias (CMI) pide a todas las personas de buena voluntad que apoyen la campaña del ACNUR #ConLosRefugiados. Al firmar la petición que se entregará en la sede de la ONU antes de la reunión de la Asamblea General del 19 de septiembre, se pide a los habitantes del mundo entero que alcen la voz para garantizar que todos los niños refugiados reciban educación, que todas las familias refugiadas tengan un lugar seguro donde vivir, y que todos los refugiados puedan trabajar o formarse para adquirir nuevas competencias y, así, contribuir positivamente a sus comunidades.

“La migración es una realidad humana que debe gestionarse, más que un problema que hay que solucionar”, se dice en un mensaje de vídeo que el CMI compartió en el período previo a la reunión de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre Refugiados y Migrantes, que se celebrará en Nueva York en septiembre de 2016. Junto a nuestros asociados y otros peregrinos de todo el mundo, “el CMI se compromete ahora a apoyar activamente la campaña del ACNUR #ConLosRefugiados, instando a los líderes mundiales a encontrar soluciones para la protección de los refugiados sobre la base del espíritu de la responsabilidad colectiva, los valores compartidos y los intereses comunes”, dice el mensaje pronunciado por la secretaria general asociada, la Prof.ª Dra. Isabel Apawo Phiri, en nombre del secretario general del CMI, el Rev. Dr. Olav Fykse Tveit.

“Lamentablemente, los refugiados y los migrantes se han convertido en los chivos expiatorios ideales de los problemas socioeconómicos internos, y con cada vez más frecuencia se hace un mal uso de las políticas de inmigración nacionales para codificar la intolerancia y los prejuicios xenófobos”, añade el mensaje.

La Dra. Katalina Tahaafe-Williams, encargada del programa de Misión y Evangelización del CMI, reflexiona lo siguiente: “Podemos ver que la xenofobia y la violencia racial están en aumento con la migración de personas a gran escala en todo el mundo. En tales circunstancias, nuestra fe nos llama a menudo como comunidad de iglesias a realizar nuestra misión desde los márgenes”.

“Solo siendo fieles a nuestros valores humanos”, prosigue Tahaafe-Williams, “podemos alcanzar la justicia y la paz, y generar la esperanza que con tanta frecuencia necesitan las sociedades que luchan contra la división y la exclusión en el mundo entero”.

“La esperanza es un criterio de nuestra fe cristiana”, concluye Tveit. “A menudo, esto significa ser capaz de ver más allá de lo que vemos y esperar algo más y algo diferente, buscando justicia y paz, sin conformarnos con nada menos”.

Firme la petición para solidarizarse #ConLosRefugiados (en inglés)

Vídeo del CMI: Mensaje de apoyo del CMI a la campaña del ACNUR #ConLosRefugiados (en inglés)

Labor del CMI sobre la migración y la justicia social

Labor del CMI sobre la misión desde los márgenes