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Los liderazgos de las SBU y del CMI también hablaron acerca de las nuevas oportunidades conjuntas de enseñanza en desarrollo, de los últimos programas del Instituto Ecuménico de Bossey y de nuevas publicaciones conjuntas que serán divulgadas. Las personas ahí reunidas discutieron acerca de los esfuerzos colaborativos relacionados con la presencia de ambas organizaciones en las Naciones Unidas.
El secretario general interino del CMI, Rev. Prof. Dr. Ioan Sauca, expresó su gratitud por el sentimiento de hermandad y la fructífera colaboración entre las dos organizaciones, que han desarrollado lazos más estrechos en particular en los últimos cinco años.
“Mientras hablamos en hermandad, ya veo los frutos de nuestra colaboración llegar a las organizaciones locales donde las personas se enfrentan a grandes desafíos y celebran su alegría de formas arraigadas en la Biblia”, dijo Sauca. “Cuando oramos juntos, vemos que se forja aún más esperanza en nuestra preparación para la 11ª Asamblea del CMI y todas las maneras en las que esta asamblea acercará a nuestra familia humana única”.
El Director General de las SBU, Michael Perreau añadió: “Estamos viendo un mundo hambriento del mensaje esperanzador de las Santas Escrituras. Esto crea oportunidades para que las Sociedades Bíblicas y las iglesias cooperen de formas nuevas y creativas. Podemos dejar que la historia nos influencie o podemos influenciar la historia. La cumbre que celebramos hoy se trató de los proyectos actuales que traerán un mejor entendimiento entre las tradiciones cristianas para lograr estos objetivos”.
