El Rev. Sauca visitó Jerusalén y Cisjordania y se reunió con patriarcas y jefes de comunidades cristianas, así como con miembros del clero y representantes laicos locales.
“Estos días hemos sido una familia ecuménica en comunidad y oración, y permanecemos unidos en nuestro compromiso de preservar la justicia para los palestinos”. “Muchas personas me han trasladado su agradecimiento al CMI y a todos los cristianos del mundo que han visitado Tierra Santa y han denunciado todas las violaciones de los derechos humanos, y que han estado trabajando por la justicia y la paz para esta tierra y su pueblo”.
Sauca contó que las iglesias locales de Tierra Santa habían destacado la necesidad de que el movimiento ecuménico se centrara en la paz justa y en la compleja situación que viven los palestinos. “Agradecen las declaraciones y las resoluciones, pero todas las personas con las que nos reunimos insistieron en que los palestinos están cansados y van perdiendo la esperanza”, dijo. “Quieren que sigamos cuestionando y condenando la ocupación militar y afirmando la legitimidad de la resistencia palestina ante la injusticia, hasta que se ponga fin a la ocupación”.
Tras la visita a Tierra Santa, Sauca hizo la siguiente declaración: “Toda forma de antisemitismo es inaceptable y el CMI pide a todas las iglesias que denuncien el antisemitismo —sea cual sea su origen— como una actitud irreconciliable con la profesión y la práctica de la fe cristiana”. Desde su primera asamblea, el CMI ha declarado que el antisemitismo es un pecado contra Dios y contra la humanidad.
Para terminar, Sauca precisó que “criticar la política del gobierno israelí no es en sí mismo un acto antijudío”,
“se condena la violencia en todas sus formas, ya sea la perpetrada por el Estado de Israel dentro de los territorios palestinos ocupados o por los grupos armados palestinos dentro del Estado de Israel. El conflicto no puede resolverse mediante el uso de la fuerza, solo a través de medidas pacíficas”.
Tras la visita a Tierra Santa, Sauca hizo la siguiente declaración: “Toda forma de antisemitismo es inaceptable y el CMI pide a todas las iglesias que denuncien el antisemitismo —sea cual sea su origen— como una actitud irreconciliable con la profesión y la práctica de la fe cristiana”. Desde su primera asamblea, el CMI ha declarado que el antisemitismo es un pecado contra Dios y contra la humanidad.
Para terminar, Sauca precisó que “criticar la política del gobierno israelí no es en sí mismo un acto antijudío”,
“se condena la violencia en todas sus formas, ya sea la perpetrada por el Estado de Israel dentro de los territorios palestinos ocupados o por los grupos armados palestinos dentro del Estado de Israel. El conflicto no puede resolverse mediante el uso de la fuerza, solo a través de medidas pacíficas”.
El Rev. Sauca se reunió con los siguientes jefes y dirigentes de iglesias (enumerados por orden alfabético): el obispo Ibrahim Azar, de la Iglesia Evangélica Luterana en Tierra Santa y Jerusalén; el arzobispo Husam Naoum, de la Iglesia Anglicana; el obispo William Shomali, del patriarcado latino; y el patriarca ortodoxo griego, Teófilo III.
La visita también incluyó la Ciudad Vieja de Jerusalén, la oficina de enlace del CMI en Jerusalén, la Iglesia de la Natividad en Belén, la Asociación Cristiana de Jóvenes (YMCA) en Beit Sahour y Ramallah. Además, Sauca participó en la Santa Liturgia en la Iglesia del Santo Sepulcro, acompañado por los miembros de la delegación, el Dr. Audeh Quawas, miembro del Comité Central del CMI por la región de Oriente Medio; Marianne Ejdersten, directora del departamento de Comunicación del CMI; y Yusef Daher, coordinador de la oficina de enlace del CMI en Jerusalén.
Un llamado a la acción por la paz
La visita de Sauca coincidió con la visita a la región del presidente de Estados Unidos, Joseph Biden, esa misma semana. Ocasión que los cristianos han aprovechado para transmitir a este sus preocupaciones.
El patriarca Teófilo III subrayó en las dos reuniones, tanto con Biden como con el secretario general en funciones del CMI, la necesidad de poner fin a las prácticas de los grupos radicales israelíes que pretenden borrar el carácter multicultural de la Ciudad Santa y eliminar su diversidad religiosa y cultural, y añadió que el patrimonio cristiano de Jerusalén está en peligro como consecuencia de las acciones de dichos grupos.
El patriarca de Jerusalén también explicó los peligros de la emigración cristiana, especialmente de Jerusalén, y destacó que el mantenimiento de la presencia cristiana constituye un importante mensaje humanitario y de civilización, añadiendo que la protección del status quo es una prioridad para todas las iglesias, como es el caso de la preservación de la custodia hachemita sobre los lugares santos islámicos y cristianos en Tierra Santa.
El CMI escucha a las organizaciones cristianas en Tierra Santa antes de la 11ª Asamblea del CMI (Comunicado de prensa del CMI del 19 de julio de 2022)
El Patriarca Teófilo III transmite las preocupaciones de los cristianos al presidente de EE.UU., Joe Biden(comunicado del CMI del 18 de julio de 2022, disponible solamente en inglés)
Declaración sobre las amenazas a una paz justa en Israel y Palestina, y a la presencia cristiana en Tierra Santa(junio de 2022)
Políticas del CMI sobre Palestina e Israel (disponible solamente en inglés)