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Andrea Müller-Frank, vicepresidenta de la Red Ecuménica del Agua (REDA)

Andrea Müller-Frank, vicepresidenta de la Red Ecuménica del Agua (REDA)

Andrea Müller-Frank trabaja como responsable del programa de Derecho a la alimentación del departamento de políticas de Pan Para el Mundo, servicio protestante para el desarrollo (Alemania). Desde diciembre de 2016, es vicepresidenta de la Red Ecuménica del Agua (REDA) del Consejo Mundial de Iglesias, que lucha por la justicia del agua en todo el mundo.

Andrea Müller-Frank realizó sus estudios universitarios con un enfoque regional en Europa y África, centrándose en la cooperación para el desarrollo y la mundialización de los movimientos sociales.

Esto la sitúa con toda probabilidad en una buena posición para desempeñar su función en la labor por la justicia climática como vicepresidenta del Grupo Internacional de Referencia de la Red Ecuménica del Agua (REDA) del Consejo Mundial de Iglesias, cargo para el que fue elegida en diciembre de 2016.

“El agua significa vida para las personas, los animales y todo el planeta”, afirmó en una entrevista. “Sin embargo, en muchas regiones del mundo, se malgasta, baja el nivel de las aguas subterráneas, y la vegetación natural y los circuitos de agua se destruyen”.

Antes de trabajar para Pan para el mundo, el servicio protestante alemán para el desarrollo que forma parte de ACT Alianza, en septiembre de 2015, Andrea Müller-Frank trabajó en el área de comunicaciones y grupos de presión en diferentes organizaciones y redes de la sociedad civil. Algunos de los temas en los que participó estaban relacionados con la salud pública y la protección del medio ambiente en Mali.

“También trabajé como consejera de campañas de presión y defensa de derechos de la Federación de Pesca de África occidental y en la campaña para la alimentación de la Comunicad de Consejos Cristianos e Iglesias de África Occidental (FECCIWA)”, explica Andrea Müller-Frank, que es la responsable del programa de Derecho a la alimentación de Pan para el Mundo.

Señala que “no se pueden superar el hambre ni la pobreza en el mundo sin cambiar nuestros estilos de vida y nuestras actividades económicas. La sensibilización sobre este tema es uno de los objetivos principales de la labor de Pan para el mundo”.

“Alemania es el tercer importador del mundo de agua virtual, tan solo por detrás de Estados Unidos y China. Brasil es el principal exportador de agua virtual a Alemania, especialmente de productos agrícolas como la soja, para la industria de la carne, el café, el azúcar y los biocombustibles”, afirma.

“Además, más de un 20% del papel y el cartón que se utiliza en Alemania viene de las plantaciones de eucalipto en Brasil. Al tiempo que aumenta el consumo de papel por parte de los servicios de pedido por correo que se generalizan en Alemania, los monocultivos destruyen la vegetación natural con consecuencias nefastas para los recursos hídricos de Brasil”, declara.

Cada vez se utiliza más agua para la producción industrial de alimentos y la producción de bienes de consume y energía. Debido al desperdicio, la contaminación y las condiciones climáticas extremas producidas por el cambio climático, el agua se ha convertido en un mal que aqueja a muchos, que sufren constantemente por las sequías, las inundaciones o la contaminación.

Los conflictos por el agua entre comunidades y países van en aumento y están provocando migraciones y guerras. Se trata de una preocupación fundamental para la humanidad. Las cuestiones de la distribución y la justicia social y medioambiental son la clave de la solución a la crisis prolongada del agua.

“Muchas iglesias y organizaciones religiosas en Alemania están concienciadas y trabajan en el tema de la alimentación y la justicia del agua”, afirma.

“Más allá de celebrar la Creación a través del culto, las iglesias promueven un estilo de vida que defienda los valores fundamentales de justicia y sostenibilidad: la “ética de los suficiente”. Muchas iglesias y organizaciones religiosas brindan apoyo a prácticas de gestión social y medioambiental y participan en el diálogo con los responsables políticos”.

Para expresar su visión y su afirmación de la labor de la REDA como vicepresidenta, Andrea Müller-Frank declare: “la red es un vector poderoso para sensibilizar sobre las continuas violaciones de los derechos humanos de poblaciones vulnerables y presentar argumentos para encontrar soluciones sostenibles”.

“La REDA, junto con Pan para el Mundo, puede contribuir creando espacio y visibilidad para la participación política de sus organizaciones asociadas establecidas en el contexto local e involucradas en las luchas locales, en la labor para promover prácticas sostenibles de agricultura y seguridad alimentaria”, añadió.

La Red Ecuménica del Agua

Siete Semanas para el Agua 2017