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Sheikh Maher Assaf

El jeque Maher Assaf de Belén

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El jeque Maher Assaf ora en la mezquita de Al-Aqsa desde que era niño, pero hoy no es fácil llegar hasta allí, explica. A pesar de la publicidad en torno a las llamadas rutas de acceso, a veces a los fieles les sigue resultado imposible acceder a la mezquita.

En la actualidad, señala, el principal desafío al que se enfrentan quienes van a la mezquita de Al-Aqsa es la ocupación. “Impide la libertad en general y la libertad religiosa en particular”, dice.

¿Qué podría ayudar? Abrir el acceso a los lugares sagrados de Jerusalén a todas las personas y no solo a algunas, indica Assaf. “Ello requiere abogar para garantizar que Jerusalén se abra a la libertad de culto y se permita acceder a los lugares santos”. Ante todo, es necesario tratar a los palestinos como seres humanos que tienen derechos que deben ser respetados, afirma Assaf. “Sobre esta base, se puede hablar de distintas opciones para establecer mecanismos legales que permitan la libertad de culto y de circulación sin restricciones”, precisa.

Assaf cree que es posible trabajar conjuntamente para lograr esta visión, aunque en estos momentos la población sea incapaz de ello. “Con buenas intenciones nada es imposible, pero el Gobierno israelí aplica un sistema discriminatorio en Jerusalén y trata a las personas de forma diferente en función de su religión”.

Las leyes están sesgadas contra los derechos de los palestinos, añadió. “Las leyes que benefician a los judíos no se aplican a los palestinos, que se ven privados de sus derechos y de muchas libertades: libertad de circulación, libertad de construcción, libertad de reparar los edificios, libertad de residencia”.

“Los colonos se asientan en la Ribera Occidental y tiene todos los derechos”, dice Assaf.

Ha visto a muchos palestinos que aun contando con tarjetas de identidad emitidas en Jerusalén siguen viéndose privados del pleno goce de sus derechos, o a los que de repente se les ha incluso privado de su documento de identidad.

“La adopción de leyes justas y medidas para aliviar la presión que recae sobre los ciudadanos palestinos de Jerusalén haría posible establecer la paz”, argumenta. “Lo peor de lo que está sucediendo es que el Gobierno trata a los palestinos con una lógica política y a los judíos con la lógica de la ley, de modo que los palestinos se quedan estancados sin derechos”.

Assaf insta a que la población siga apoyando la búsqueda de la paz en la región, “una paz justa que promueva la libertad y facilite la circulación entre las regiones”.

Comparte una visión de la paz en la que los creyentes musulmanes puedan ir libremente a la mezquita de Al-Aqsa, y de un mundo en el que el culto sea sagrado para todas las religiones.

“Oren por que se establezcan anchos corredores entre todas las áreas que permitan a la gente circular fácilmente, incluso en Gaza, y brinden la posibilidad de viajar de un lado a otro en medios de transporte seguros y asequibles”, pide. “Oren por que la gente pueda llegar a los lugares de culto sin controles basados en motivos políticos”.

Assad cree que la libertad de religión constituye un medio para lograr la paz al margen de los conflictos. “Sin olvidar los derechos del pueblo palestino a la libertad y la independencia, debemos buscar la verdad, la justicia, la paz y la libertad de culto y circulación”, concluye.

Iniciativa de Pascua 2022 del PEAPI del CMI