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El obispo Heinrich Bedford-Strohm predicando en el culto del 31 de octubre en la Iglesia del Castillo de Wittenberg. Fotografía: Gläscher/EKD

El obispo Heinrich Bedford-Strohm predicando en el culto del 31 de octubre en la Iglesia del Castillo de Wittenberg. Fotografía: Gläscher/EKD

Por Stephen Brown*

La iglesia y los líderes políticos han marcado el 500 aniversario de la Reforma de Martín Lutero en Wittenberg (Alemania), donde Lutero publicó sus 95 tesis denunciando los abusos de la iglesia el 31 de octubre de 1517.

"Cuando, hace hoy 500 años, el monje agustino Martín Lutero publicó sus 95 tesis en Wittenberg, quizás incluso a pocos metros de aquí, en la puerta de esta iglesia, realizó un acto de liberación”, afirmó el obispo Heinrich Bedford-Strohm, presidente del Consejo de la Iglesia Evangélica en Alemania, en su sermón durante el culto del 31 de octubre en la Iglesia del Castillo de Wittenberg.

“La renovación espiritual que surgió en Wittenberg se extendió por Alemania, Europa y por todo el mundo, y llegó a los hombres y las mujeres de todas las clases sociales,” declaró.

El culto dio comienzo con el canto del himno de Lutero “Castillo fuerte es nuestro Dios” cuya letra está inscrita alrededor de la torre de la Iglesia del Castillo, e incluyó música del compositor del siglo XVIII Johann Sebastian Bach.

El presidente alemán Frank-Walter Steinmeier y la canciller Angela Merkel se unieron a los líderes de las iglesias en el culto, que incluían al cardenal Reinhard Marx, presidente de la conferencia de los obispos alemanes, y al secretario general del Consejo Mundial de Iglesias, Rev. Dr. Olav Fykse Tveit.

Los acontecimientos desencadenados por las 95 tesis de Lutero condujeron a la división del cristianismo occidental en iglesias católicas romanas y protestantes.

Sin embargo, “Lutero no deseó fundar una iglesia nueva, sino llamar a la iglesia de Jesucristo a que volviera hacia el Señor”, afirmó el obispo Bedford-Strohm.

"La Reforma enfrentó a los católicos romanos y a los protestantes durante siglos,

pero hoy los cristianos entienden que la iglesia no debe seguir dividida", dijo.

“Nadie debe pensar que se nos puede inducir a desviarnos del camino hacia la unidad visible en la diversidad reconciliada”.

Durante el culto, el obispo Bedford-Strohm le hizo entrega al cardenal Marx de una cruz de la reconciliación de la iglesia del San Miguel en Hildesheim, donde los líderes protestantes y católicos celebraron un culto ecuménico para la “sanación de las memorias” en marzo de 2017.

“Por primera vez en la historia, no nos enfocamos en la construcción de barreras, sino en la reconciliación” afirmó el obispo Bedford-Strohm mientras le entregaba la cruz al cardenal Marx, estando ambos líderes uno junto al otro ante la congregación.

“Hemos dado pasos los unos hacia los otros, y no deseamos volver atrás", dijo el cardenal Marx.

A continuación, ambos líderes eclesiásticos le entregaron la cruz al presidente Steinmeier, “como símbolo”, dijo Marx, “del compromiso de las iglesias con la reconciliación en la sociedad”.

El obispo Bedford-Strohm dijo que esperaba que el proceso de reconciliación entre las iglesias sirviera para enviar un mensaje a un mundo amenazado por conflictos y divisiones.

El año de la Reforma comenzó el 31 de octubre de 2016 con un culto en la catedral de Lund, en Suecia, en el que el papa Francisco y los líderes de la Federación Luterana Mundial se reunieron para arrepentirse por las divisiones del pasado y comprometerse con el testimonio y el servicio comunes en el mundo.

En su sermón, el obispo Bedford-Strohm rindió homenaje a las muestras de reconciliación entre las iglesias del papa Francisco.

El obispo, a su vez, también reconoció las invectivas de Lutero contra los judíos y la persecución luterana de los anabaptistas, por las cuales los protestantes también pidieron perdón.

En calidad de representante de las iglesias de todo el mundo, se le hizo entrega al secretario general del CMI, Rev. Tveit, de una reproducción de las 95 tesis de Lutero, como símbolo de la contribución de las iglesias de la Reforma al conjunto del cristianismo mundial.

“Danos fuerzas para perdonar y valor para practicar la reconciliación”, dijo el Rev. Tveit durante las oraciones de intercesión. “Guíanos en el camino hacia la unidad en Jesucristo”.

Tras el culto, el Rev. Tveit describió la conmemoración como un signo de esperanza para la iglesia y para la humanidad.

“Por primera vez en cinco siglos, hemos podido conmemorar la Reforma de manera ecuménica”, afirmó. “Juntos, hemos expresado nuestro arrepentimiento por las divisiones del pasado y hemos afirmado lo que tenemos en común en Jesucristo. Éste es un potente símbolo de nuestra responsabilidad mutua que tiene un inmenso potencial alentador de la esperanza, ya que demuestra nuestra voluntad verdadera de arrepentirnos, de cambiar, de identificar lo que no funciona, y de contribuir a los cambios y a la transformación hacia la paz justa.”

*Dr. Stephen Brown, editor de la publicación The Ecumenical Review.


Reforma y responsabilidad mutua: ¿Una agenda común para la Reforma y el movimiento ecuménico hoy? (Artículo de The Ecumenical Review, julio de 2017, en inglés)

Olav Fykse Tveit: 9,5 tesis para una nueva búsqueda de la paz y la unidad a través de la diaconía ecuménica