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Philip Potter en la 8ª Asamblea del CMI en Harare (Zimbabwe), diciembre de 1998. Fotografía: Chris Black/CMI

Philip Potter en la 8ª Asamblea del CMI en Harare (Zimbabwe), diciembre de 1998. Fotografía: Chris Black/CMI

Al pronunciar unas palabras a modo de saludo en el seminario en línea del 23 de agosto, el Rev. Dr. Odair Pedroso Mateus, secretario general adjunto interino del CMI, expresó su gran alegría al dar la bienvenida a los más de cien participantes del público virtual.

“Es el momento adecuado para expresar nuestra gratitud y nuestro reconocimiento por la vida y el ministerio de Philip”, dijo Mateus.

El seminario en línea celebró el centenario del nacimiento de Potter el 19 de agosto de 1921 y coincidió con el 73º aniversario de la creación del CMI en su Asamblea de Ámsterdam, en la que Potter, que entonces era estudiante, intervino como portavoz de los delegados jóvenes.

En el seminario en línea, moderado por la Rev. Kirsty Borthwick, estudiante de doctorado en la Universidad de Cambridge y graduada del Instituto Ecuménico de Bossey (2020-21), las reflexiones recorrieron la historia de Potter, así como su relevancia para las luchas de nuestros días.

El Rev. Dr. Michael Jagessar, secretario de misiones para las regiones del Caribe y de Europa en el Consejo para la Misión, habló sobre cómo el haber nacido en el Caribe determinó la vida y el trabajo de Potter, y cómo éste señaló reiteradamente la necesidad de desobediencia sistémica.

“Las realidades actuales muestran la mucha relevancia que aún tiene”, dijo Jagessar. “Philip fue un practicante, fue un académico, fue un catalizador”.

Muchos de los participantes recordaron conocer personalmente a Potter y los que no lo conocían habían leído concienzudamente su trabajo de tal manera que lo habían devuelto a la vida.

La Rev. Dra. Annegreth Schilling, investigadora en Teología ecuménica e intercultural, recordó reunirse con Potter cuando tenía 85 años, pero conservaba el entusiasmo y la esperanza de la juventud.

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De izquierda a derecha: Philip Potter, Martin Luther King (EE. UU.) y E. C. Blake durante la visita oficial al CMI del Dr. Martin Luther King, junio de 1967. Fotografía: CMI

De izquierda a derecha: Philip Potter, Martin Luther King (EE. UU.) y E. C. Blake durante la visita oficial al CMI del Dr. Martin Luther King, junio de 1967. Fotografía: CMI

“Viendo la biografía de Philip Potter, descubrimos también la interdependencia [de los hemisferios] del norte y del sur”, dijo. “El comienzo del mandato de Philip Potter como secretario general del CMI en 1972 fue un período de conflicto con diferentes visiones mundiales”.

Potter era idealista, pero no ingenuo, añadió Schilling. “Según Potter, las iglesias están llamadas a ver la tarea local dentro de la visión total”.

Muchos participantes estuvieron de acuerdo en que el reto del racismo –un flagelo que Potter trató de erradicar– todavía está presente en nuestras vidas de una manera lamentable.

El Dr. Boudewijn Sjollema, primer director del programa de Lucha contra el Racismo del CMI, reflexionó que Potter no solo fue su mentor en el pasado, sino que sigue siéndolo en espíritu.

“Philip era un hombre de la Biblia; le debo mi fe”, dijo Sjollema. “Una de sus cuestiones favoritas era cómo relacionar la agenda de las iglesias con la agenda del mundo”.

Sjollema añadió que Potter creía que debemos escoger la vida en toda su plenitud. “Fue una época que todos recordamos vivamente”, dijo. “Sabíamos que lo que estábamos haciendo no debía hacerse de manera aislada”.

En aquellos tiempos, Sjollema y otros aprendieron de Potter que, antes que nada, tenían que escuchar a los oprimidos. “Fueron invitados a expresar y decir lo que tenían que decir sobre su propia situación”, dijo Sjollema. “Algunas de las iglesias más poderosas de Occidente se convirtieron asimismo en nuestros enemigos más feroces porque temían que les costaría una parte de su poder”.

El programa de Lucha contra el Racismo fue, ante todo, un programa para combatir el racismo dentro de las iglesias, añadió Sjollema. “Solo podían hablar al mundo fielmente si ponían en orden sus propios hogares”, dijo.

Los que reflexionaban sobre la vida de Potter también recordaron el tiempo que pasaron con él personalmente, así como momentos en los que su sabiduría les orientó y les dio nuevas esperanzas.

El Rev. Dr. Konrad Raiser, que sirvió como secretario general del CMI de 1993 a 2003, reflexionó sobre la convicción de Potter de que el diálogo de culturas es importante.

Raiser recordó que, en 1984, cuando Potter dejó el cargo de secretario general del CMI, sus colegas celebraron un simposio titulado “Culturas en diálogo”. Al terminar el simposio, según dijo Raiser, Potter confirmó la elección del título.

“Él dijo: ‘Contengo en mi propio ser muchas culturas, desde la mongola hasta la africana con Europa en medio. Contengo en mí mismo a los oprimidos y a los opresores, blancos, negros y amarillos. Por lo tanto, este diálogo de culturas ha perdurado durante toda mi vida’”.

Los jóvenes se sumaron a la reflexión de cómo las palabras y la orientación de Potter les han ayudado a formarse como profundos humanistas. “Estoy sumamente agradecida al CMI por la oportunidad de acercarme a la vida de Philip Potter”, dijo Dianet Martínez Valdés, secretaria regional de la Federación Universal de Movimientos Estudiantiles Cristianos para América Latina y el Caribe.

“Todavía tengo más que aprender de él, y también es por eso por lo que valoro que tengamos espacios como este para aprender de él”, dijo. “Uno de los muchos atributos asignados a Philip Potter que me gustaría destacar es que siempre fue portavoz de los jóvenes”, añadió. “A lo largo de toda su vida y carrera ecuménica, valoró y defendió la participación de la gente joven”.

La obispa emérita Bärbel Wartenberg-Potter habló con cariño de su difunto marido y de cómo éste mantuvo la esperanza para él y los que le rodeaban. Fue Wartenberg-Potter quien recordó la expresión sencilla de Philip Potter sobre lo que el movimiento ecuménico debería ser: “Solo conectar”.

Algunas veces esas conexiones daban fruto, otras veces no, añadió.

“Cuando las personas decían que sus esfuerzos eran en vano, Philip les decía: ‘Puedes llevar al caballo hasta el agua, pero no puedes hacer que beba’. Mucha agua no se ha bebido, pero se ha bebido algo de agua. Y gracias a ello han florecido muchos hermosos árboles y flores ecuménicos”, dijo Wartenberg-Potter. “Cuando pasaban cosas que no habíamos previsto, se sentaba, suspiraba y decía: ‘Nunca terminas de aprender’”.

Potter también decía que siempre había margen para mejorar. “Amigos, siempre hay margen para la mejora del movimiento ecuménico también”, dijo Wartenberg-Potter.

Aunque la presentación oficial en línea llegaba a su fin, muchos participantes permanecieron conectados para compartir historias de sus mejores momentos con Potter, haciendo realidad en tiempo real la verdadera esencia de lo que “solo conectar” significa para ellos.

 

Carta del secretario general en funciones del CMI a la obispa emérita Bärbel Wartenberg-Potter (en inglés)

La publicación de 2013 del CMI, At Home with God and in the World; A Philip Potter Reader (en inglés) está disponible para su descarga gratuita.

También existe un número virtual especial gratuito de las revistas del CMI The Ecumenical Review y International Review of Mission: “Philip Potter: Prophet of God’s Oikoumene” (Philip Potter: profeta de la oikoumene de Dios, en inglés).