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Santo y Gran Concilio. Fotografía: Sean Hawkey/CMI

Santo y Gran Concilio. Fotografía: Sean Hawkey/CMI

Con motivo del comienzo de la reunión del Santo y Gran Concilio esta semana en Creta (Grecia), el secretario general del Consejo Mundial de Iglesias (CMI), el Rev. Dr. Olav Fykse Tveit, participó en las celebraciones de Pentecostés junto con la comunidad ortodoxa, contribuyendo con su apoyo y sus oraciones.

“Es un privilegio estar aquí y ser parte de este momento histórico, así como ser el portavoz del apoyo y las oraciones del Consejo Mundial de Iglesias en este significativo acontecimiento. Esperamos que esta reunión contribuya tanto a la unidad de las iglesias ortodoxas como a la unidad de toda nuestra familia de iglesias”, declaró el Rev. Tveit.

Diez de las catorce iglesias ortodoxas autocéfalas están presentes en el Santo y Gran Concilio, que dio comienzo oficialmente el 20 de junio y concluirá el 25 de junio. Entre las discusiones de los primados ortodoxos están el tema de la misión contemporánea de la iglesia ortodoxa, las normas que regulan el matrimonio, las orientaciones para el ayuno, el lugar de las iglesias ortodoxas más allá de sus escenarios históricos y las relaciones ecuménicas con las iglesias no ortodoxas.

El director de la Comisión de Fe y Constitución, el Rev. Dr. Odair Pedroso Mateus, también participó en el concilio ortodoxo, y les pidió a los cristianos de todo el mundo que orasen por el sínodo en signo de la unidad y la solidaridad mutua de las iglesias ortodoxas.

“En la familia ecuménica, hemos recibido muchos dones espirituales de las iglesias ortodoxas, y con frecuencia no los reconocemos”, afirmó.

En la actualidad, el CMI promueve el estudio del texto de convergencia de la Comisión de Fe y Constitución La Iglesia: Hacia una visión común, que las iglesias siguen debatiendo en el camino hacia la visibilidad de la unidad de la iglesia y cómo está inexorablemente unida a la peregrinación de justicia y paz.

“Empezamos a trabajar en este texto hace casi treinta años”, dijo el Rev. Mateus. “Muy al principio, un importante teólogo ortodoxo propuso que el texto se centrara en la iglesia de Cristo vista como una imagen de la comunión del Dios trino. Este enfoque ha estado presente durante todo el proceso de redacción del texto y es uno de los puntos fuertes del documento”.

El programa del Santo y Gran Concilio ha sido debatido durante más de cincuenta años, un plazo que podría sorprender a quienes no estén familiarizados con la tradición ortodoxa, dijo el Rev. Mateus. “Lo consideramos increíble, pero esto muestra que el sínodo es muy importante en la vida ortodoxa, y por ello requiere mucha preparación para que todas las iglesias lleguen a la reunión con un llamamiento determinado en mente. El hecho de que el sínodo se haya estado preparando durante más de medio siglo es otro don de la Iglesia Ortodoxa al movimiento ecuménico: una expresión de la importancia de comprender la fe cristiana como una fe colectiva antes que individualista. ¡Nadie se salva solo! No podemos tener a Dios como Padre si la Iglesia no es nuestra Madre”.

Las dificultades que se encontraron en la histórica reunión son el tipo de tareas que generan comprensión y reconocimiento mutuos, añadió el Rev. Mateus.

“El Santo y Gran Concilio nos inspira para perseverar en la búsqueda de una mayor comunión entre las iglesias, a pesar de las dificultades. Este es nuestro llamado, y perseveramos porque estamos llamados a ello”.

Entre los temas que discutirán los líderes ortodoxos estará el de la relación de la Iglesia Ortodoxa con el resto del mundo cristiano, según explicó el arzobispo Job de Telmessos, representante del Patriarcado Ecuménico en el CMI. “El objetivo de este Santo y Gran Concilio es abordar los temas relevantes para la Iglesia Ortodoxa hoy. Es especialmente importante comprender que el concilio no es sólo un evento, sino también un proceso. Después del concilio, tendrá lugar el proceso de recepción”, afirmó.

Véase también:

El Santo y Gran Concilio

Comisión de Fe y Constitución