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El Rev. Dr. Hong-Jung Lee, secretario general del Consejo Nacional de Iglesias de Corea. Fotografía: Grégoire de Fombelle/CMI, 2019

El Rev. Dr. Hong-Jung Lee, secretario general del Consejo Nacional de Iglesias de Corea. Fotografía: Grégoire de Fombelle/CMI, 2019

El siguiente artículo es el segundo de una serie sobre la respuesta de las iglesias miembros del CMI y todas las personas de buena voluntad al COVID-19. El objetivo de los reportajes será compartir las esperanzas, las preocupaciones y las mejores prácticas de nuestra familia humana.

El Rev. Dr. Hong-Jung Lee, secretario general del Consejo Nacional de Iglesias de Corea, comparte sus reflexiones sobre el culto y las iglesias en medio de la pandemia del COVID-19.

¿De qué maneras ve a las iglesias adaptarse a la vida en medio del brote del coronavirus?

Rev. Dr. Lee: Frente a la situación de emergencia del COVID-19, la iglesia coreana se está adaptando de tres maneras principales, en especial con respecto al culto, ya que el COVID-19 tiene un alto índice de infección en espacios cerrados.

En primer lugar, muchas iglesias se han sumado de forma voluntaria a la iniciativa nacional del distanciamiento social y hace poco decidieron no reunirse para los servicios conjuntos de dos a tres semanas con el fin de reducir el riesgo de una infección masiva. Algunas iglesias preparan y publican en Internet vídeos de cultos (usando YouTube, chats de vídeos, etc.) para que los miembros de la iglesia rindan culto en casa a una hora programada los domingos, mientras otras distribuyen guías para el culto y les orientan para que rindan culto por sí mismos en sus casas o en grupos pequeños.

En segundo lugar, hay algunas iglesias locales que celebran el culto en sus edificios, pero cada miembro de la iglesia puede elegir si va a la iglesia dependiendo de su estado de salud, o si rinde culto en línea en su casa.

En tercer lugar, algunas iglesias, por otra parte, siguen recomendando a sus miembros que se reúnan para celebrar el culto los domingos por la mañana, aunque estén suspendidos otros servicios semanales, porque piensan que el culto es la esencia de la iglesia. Sin embargo, lamentablemente, ha habido otra infección masiva reciente en la iglesia, que no ha podido evitar las críticas de la sociedad.

¿Podría compartir, por favor, algunos ejemplos concretos y mejores prácticas de Corea?

Rev. Dr. Lee: Agradezco que muchas iglesias de Corea estén reflexionando ahora sobre el significado del culto y la presencia de la iglesia de nuevo, y practicando el distanciamiento social de forma voluntaria. Una iglesia es una iglesia para el mundo, y en la vida es tan importante celebrar el culto juntos como separados. En esta situación, hay iglesias ejemplares que han suspendido temporalmente sus servicios comunitarios para cumplir la función pública de la iglesia, porque ahora es una situación especial en la que solo reunirse puede aumentar el riesgo de infección en la sociedad civil.

Esas iglesias ejemplares están haciendo todo lo posible para ayudar a sus miembros a rendir culto en sus hogares o en privado antes que nada. Por ejemplo, algunos pastores graban vídeos de cultos por adelantado durante la semana para que los miembros de la iglesia puedan verlos en casa y rendir culto juntos en YouTube durante el servicio del domingo. Incluso hubo una campaña voluntaria de recaudación de fondos destinada a ayudar a las iglesias pequeñas que carecen de medios para la difusión de emisiones a adquirir el equipamiento mínimo necesario para ello. Muchos pastores están compartiendo en los medios sociales sus conocimientos sobre cómo preparar servicios en línea. Algunas iglesias ofrecen actualizaciones semanales de guías para el servicio de culto en familia que los miembros de las iglesias pueden usar para rendir culto por sí mismos en sus casas. Estos cambios parecen ser una oportunidad para que las iglesias coreanas vayan más allá de centrarse en los pastores y ofrecer servicios orientados a la predicación, dando a cada cristiano el poder de leer y reflexionar con sus propias palabras.

Hay iglesias que siguen celebrando los servicios de culto comunitarios a petición de sus miembros. En ese caso, rinden culto siguiendo especialmente el manual de control de la infección. Esas iglesias no dan la comunión por el momento y celebran el culto sin coros. También están intentando prevenir la infección en la medida de lo posible colocando sensores que miden la temperatura corporal o desinfectante para manos a la entrada de la capilla. Con el fin de evitar la participación de extraños de una secta, como Shincheonji, que se sabe que ha causado la mayor parte de las infecciones masivas, algunas iglesias envían invitaciones para que solo algunos miembros de la iglesia acudan al servicio.

¿Qué recomendaría como primeros pasos a los pastores de todo el mundo que quizá no estén tan avanzados como ustedes en estas mejores prácticas?

Rev. Dr. Lee: Sería bueno que los pastores pararan todos los programas de la iglesia durante un tiempo para alentar a los miembros de la iglesia a mantener la distancia social por el bien común y tener tiempo para reflexionar de manera teológica y devocional.

¿De qué maneras pueden las iglesias coreanas ser un modelo para otras?

Rev. Dr. Lee: Las iglesias coreanas están tomando la iniciativa de convertir los cultos comunitarios en cultos en línea, y están evitando reunirse por decisión propia. También hay iglesias que reparten recursos materiales para personas necesitadas en los puntos ciegos del sistema de cuarentena y encuentran la manera de hacer mascarillas y suministrarlas. Además, los cristianos están haciendo campaña para renunciar a la oportunidad de comprar mascarillas públicas. El Ejército de Salvación está asimismo haciendo campaña para donar mascarillas.

Dado que se enfrentan a desafíos sin precedentes, ¿qué puede orar por ustedes la comunidad mundial?

Rev. Dr. Lee: Espero que la comunidad mundial ore junta por que el miedo de las enfermedades infecciosas no se manifieste como odio, exclusión y discriminación contra otros. Oro por que las personas de Cristo no se infecten por este virus porque el odio, la exclusión y la discriminación contra otros son, en el fondo, más perversos que el COVID-19.

Mientras el mundo se vuelve virtual durante la crisis del COVID-19, es fácil orar (comunicado de prensa del CMI del 17 de marzo de 2020)

El CMI adopta medidas estrictas para evitar la propagación del coronavirus (comunicado de prensa del CMI del 13 de marzo de 2020)