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Imagen de archivo: Jerusalén.

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“En esta misma fecha del año 2023, Hamás lanzó un brutal ataque contra el sur de Israel que se convirtió en el catalizador de un año de escalada y ampliación del conflicto en la región”, declaró Pillay. “Durante dicho ataque se cometieron numerosas atrocidades en total violación de los principios más fundamentales del derecho y la moral internacionales”, prosiguió.

Sin embargo, según Pillay, “la enormidad de la posterior guerra librada por Israel en Gaza es escandalosamente inaceptable”. “Ha agravado exponencialmente las violaciones y el sufrimiento infligidos a civiles inocentes, con más de 41 700 muertos —entre ellos más de 16 000 niños—, casi 100 000 heridos y más de 10 000 desaparecidos y presuntamente fallecidos bajo los escombros, según las autoridades sanitarias locales”, declaró Pillay. “Alrededor de 1,9 millones de personas —el 90% de la población de Gaza— han sido desplazadas por la fuerza de sus hogares, muchas de ellas varias veces, y casi medio millón de personas se enfrenta a una inseguridad alimentaria catastrófica, mientras que las infraestructuras críticas de Gaza, los servicios médicos y educativos, las viviendas, la economía, las tierras de cultivo y las flotas pesqueras han quedado en gran parte arrasadas”.

Durante este periodo han aumentado drásticamente los ataques violentos y otras violaciones cometidas por colonos ilegales y por las fuerzas de seguridad israelíes contra comunidades palestinas en la Ribera Occidental ocupada y en Jerusalén Oriental, señaló Pillay. “La guerra de Israel en Gaza y sus violaciones de la soberanía de los Estados vecinos también han amplificado masivamente las tensiones en la región en general, dando lugar a un aumento de la confrontación militar en múltiples frentes, intensificando los intercambios de disparos con Hezbolá en Líbano, los Houthis en Yemen y, por primera vez, directamente con Irán”, dijo Pillay. “La incursión terrestre de Israel en el sur de Líbano, y los ataques con misiles y otras hostilidades entre Irán e Israel, amenazan ahora con generar un conflicto aún más amplio, incendiando toda la región de Oriente Medio, y agravando las amenazas existentes para la paz y la estabilidad mundiales”.

Un año después de los ataques del 7 de octubre de 2023, Israel y sus adversarios parecen atrapados en una mortal espiral de violencia, continuó Pillay.

“Si la historia moderna de Oriente Medio nos enseña una lección clara, es que no hay camino hacia una paz sostenible a través de ciclos repetidos de conflicto armado, ocupación y opresión continuas; solo hacia un antagonismo, odio y extremismo crecientes en todas las partes”, afirmó Pillay. “La única solución es romper el ciclo de violencia, abstenerse de proseguir las matanzas y la destrucción, y entablar diálogos y negociaciones para una paz basada en la justicia y la igualdad de derechos para todas las personas”.

Pillay reiteró el llamado del CMI a un alto el fuego en todos los frentes: “Hamás debe liberar a todos los rehenes restantes de forma inmediata e incondicional”, afirmó. “Israel debe liberar a los presos políticos palestinos y avanzar rápidamente hacia el fin de su ocupación y opresión del pueblo palestino en los territorios ocupados desde 1967, y garantizar la igualdad de derechos humanos para todas las personas en su territorio, independientemente de su raza, religión u origen. Y todos los miembros de la comunidad internacional deben poner fin a su complicidad en el mantenimiento del conflicto, la ocupación y la opresión en la región”.

Lea el mensaje completo: Declaración del CMI: Un año después de los atentados del 7 de octubre