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UN side event panelist

Photo: WCC

Los oradores que participaron en la presentación del informe ahondaron en cuestiones relativas a cómo los actores religiosos pueden amplificar su voz e influir en la protección del espacio cívico, y cómo los otros actores pueden apoyarlos e interactuar con ellos. 

Le Roux compartió ejemplos de cómo los derechos humanos se afianzan en sistemas de valores y cómo los actores religiosos contribuyen a proteger el espacio cívico y las libertades fundamentales. El informe también expone los dilemas en torno a la participación de los actores religiosos, así como oportunidades e ideas sobre cómo podría ser una colaboración estratégica.

Peter Prove, director de la Comisión de las Iglesias para Asuntos Internacionales, dijo que los actores religiosos han encontrado una causa común y particularidades específicas para hacer frente a los desafíos relacionados con los derechos humanos. “Lo que es realmente importante en este informe es que plasma experiencias muy positivas en que los actores religiosos han encontrado una causa común con los actores sociales en general, con los actores de la sociedad civil en su propio contexto, para hacer frente a desafíos comunes, a las restricciones a la libertad de expresión, la libertad de reunión, la libertad de religión y otros derechos humanos fundamentales”.

“En particular, la influencia moral y el liderazgo que ejercen, pero también su potencia demográfica, su presencia en las comunidades y su papel en el contexto local, nacional e internacional”, destacó Prove. 

“Los gobiernos y el sistema de la ONU cada vez reconocen más la necesidad de colaborar con los actores religiosos, si realmente queremos marcar la diferencia. Porque son relevantes, están presentes, tienen influencia y no pueden ser ignorados. Deben formar parte de la ecuación para un mundo mejor”, concluyó. 

Le Roux dijo que el informe alentaba y protegía el espacio cívico y que “ofrece algunas directrices destinadas a los actores no religiosos sobre cómo colaborar con los actores religiosos”. Asimismo, puso de relieve que “los actores religiosos forman parte de la sociedad civil, gozan de confianza, tienen autoridad a altos niveles y a nivel de la comunidad”, afirmando que para que realmente podamos abordar las restricciones al espacio cívico es necesario contar con su participación. 

 “El informe está lleno de distintos estudios de caso y ejemplos. Les animo a que lo descarguen”, concluyó Le Roux.

Inés M. Pousadela, especialista sénior en investigación en CIVICUS, habló sobre la importancia de las identidades religiosas en el mundo, tanto a nivel individual como comunitario, y sobre la gran diversidad de actores religiosos que son simultáneamente parte del problema y de la solución. La necesidad de reclamar el “lenguaje” de los derechos humanos, en su universalidad, como un instrumento que todos los actores internacionales puedan utilizar de manera eficaz como propio fue otro aspecto clave de su intervención en la mesa redonda. 

Joy Anne Icayan, asesora superior de DanChurchAid sobre el Espacio Cívico, ofreció una visión general de la mesa redonda, que fue facilitada por Jorgen Thomsen, asesor superior de DanChurchAid sobre Religión y Desarrollo.

 

Descargar aquí el informe completo “We have values that are needed: Faith Actors and their role in Civic Space”  (Tenemos valores que son necesarios: los actores religiosos y su papel en el espacio cívico)

Más información sobre la labor del CMI relativa a la dignidad y los derechos humanos

“Los actores religiosos deben formar parte de la ecuación para un mundo mejor”, Peter Prove, CMI (vídeo, en inglés)

Dra. Elisabet Le Roux sobre los actores religiosos (vídeo, en inglés)