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En el servicio en la catedral de Lund. © Magnus Aronson/Ikon

En el servicio en la catedral de Lund. © Magnus Aronson/Ikon

Por Stephen Brown*

En un servicio conjunto en la ciudad sueca de Lund casi quinientos años después de la Reforma luterana, católicos y luteranos pidieron disculpas por sus divisiones y conflictos del pasado, y se comprometieron a intensificar su comunión y servicio en el mundo.

El papa Francisco se unió al presidente y al secretario general de la Federación Luterana Mundial (FLM), el obispo Munib Younan y el Rev. Martin Junge respectivamente, en el culto en la catedral de Lund el 31 de octubre, el aniversario del día de 1517 que señala el comienzo de la Reforma.

Unos quinientos fieles llenaron la catedral, donde escucharon el sermón predicado en español conjuntamente por el papa Francisco y el secretario general de la FLM.

“Católicos y luteranos hemos empezado a caminar juntos por el camino de la reconciliación”, dijo el papa Francisco. “Ahora, en el contexto de la conmemoración común de la Reforma de 1517, tenemos una nueva oportunidad para acoger un camino común”.

El papa insistió en que los católicos y los luteranos no deberían resignarse “a la división y al distanciamiento que la separación ha producido entre [ellos]”. Añadió que, en vez de eso, tenemos la oportunidad de “reparar un momento crucial de nuestra historia, superando controversias y malentendidos que a menudo han impedido que nos comprendiéramos unos a otros”.

“Con gratitud reconocemos que la Reforma ha contribuido a dar mayor centralidad a la Sagrada Escritura en la vida de la iglesia”, dijo después.

El secretario general de la FLM instó a católicos y luteranos a “transitar de un pasado marcado por la división y el conflicto para andar los caminos de comunión”.

Junge afirmó que es más lo que une a católicos y luteranos que lo que los separa. “Somos uno en el bautismo. Por eso estamos aquí entonces, en esta conmemoración conjunta: aprestándonos a redescubrir quiénes somos en Cristo”.

Celebrada bajo el título “Del conflicto a la comunión: Juntos en la esperanza”, la primera conmemoración conjunta católico-luterana de la Reforma a escala mundial se produjo tras cincuenta años de diálogo internacional entre la Iglesia Católica y la FLM.

“En este camino, han aumentado la comprensión y la confianza mutuas”, dijo Younan, de la Iglesia Evangélica Luterana en Jordania y Tierra Santa, en sus palabras de bienvenida al servicio.

Los presentes aplaudieron espontáneamente cuando el papa Francisco y el obispo Younan firmaron más tarde la declaración conjunta que compromete a católicos y luteranos a intensificar su comunión y testimonio común en favor de la justicia.

“Aunque el pasado no puede ser cambiado, lo que se recuerda y cómo se recuerda puede ser transformado”, según recoge la declaración. “Rezamos por la curación de nuestras heridas y de la memoria, que nublan nuestra visión recíproca. Rechazamos de manera enérgica todo odio y violencia, pasada y presente, especialmente la cometida en nombre de la religión”.

En el servicio estuvieron presentes representantes de otras comuniones cristianas mundiales y organismos ecuménicos, como el Consejo Mundial de Iglesias (CMI). De acuerdo con los organizadores, esto demuestra que el progreso entre católicos y luteranos no puede producirse al margen de las muchas otras relaciones ecuménicas que mantienen.

“Se trata de un acontecimiento para toda la familia ecuménica, y muestra que hay maneras de lograr avances que pueden inspirar a otros”, dijo el secretario general del CMI, Rev. Dr. Olav Fykse Tveit, luterano de Noruega, antes del servicio.

Tveit elogió la conmemoración conjunta como ejemplo de la rendición mutua de cuentas entre las iglesias.

El director de la Comisión de Fe y Constitución del CMI, Rev. Dr. Odair Pedroso Mateus, señaló la necesidad de profundizar el diálogo entre las iglesias sobre las divisiones del pasado puesto que es necesario que respondan juntas a los crecientes desafíos de dar testimonio en el mundo actual.

“En este contexto más amplio, una conmemoración conjunta de la Reforma es, por sí misma, un gran avance”, dijo Mateus.

Después del servicio en la catedral de Lund tuvo lugar un evento público en el cercano Malmö Arena, donde el papa Francisco y el obispo Younan ofrecieron respuestas a los testimonios de defensores de la justicia social y las cuestiones climáticas, tanto luteranos como católicos, procedentes de Burundi, Colombia, India, Siria y Sudán del Sur. Durante el acontecimiento, el Servicio Mundial de la FLM y la organización católica Caritas Internationalis firmaron una declaración de intenciones para fortalecer la colaboración de los dos organismos en el ámbito humanitario.

Conmemoración conjunta católico-luterana de la Reforma

*Stephen Brown es periodista independiente.