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El 21 de mayo, Día internacional de oración para acabar con el hambre, millones de personas de comunidades de fe, organizaciones y vecindarios de todo el mundo oraron, tuitearon, publicaron mensajes y conversaron cara a cara sobre las medidas urgentes necesarias para ayudar a los veinte millones de personas que pasan hambre en Sudán del Sur, Somalia, Yemen y Nigeria.
En apoyo de quienes están atrapados en la crisis, las personas oraron por la paz y por una respuesta internacional consolidada a lo que la ONU ha llamado la peor crisis humanitaria desde 1945.
Impulsado por el Consejo Mundial de Iglesias y la Conferencia de Iglesias de Toda África, el Día internacional de oración produjo una efusión de amor y esperanza que cruzó fronteras a través de los medios sociales, los titulares de las noticias y los tranquilos círculos de oración extendiéndose por el mundo desde iglesias de todos los lugares. Muchos de los equipos de respuesta, los residentes, los trabajadores de socorro y las familias tienen seres queridos que están atrapados en la crisis o responden a ella.
El Día internacional de oración tiene lugar días antes de que el Grupo de los Siete (G7) se reúna en Italia para hablar, entre otros asuntos, de la seguridad alimentaria mundial. El número de personas a escala mundial que necesita asistencia alimentaria ha aumentado el 35% en el último año, pasando de 80 a 108 millones de personas.
Se pidió a los cristianos que oraran por que se movilicen fondos para cubrir el déficit de financiación de la respuesta de ayuda (solo se han recibido 1300 millones de dólares estadounidenses de los 4900 necesarios para la respuesta de ayuda internacional), se hagan mayores esfuerzos para promover la paz, y se aborden las causas del hambre extrema (incluido el cambio climático).
El secretario general del CMI, Rev. Dr. Olav Fykse Tveit, dijo: “Podemos incluir en esta oración a todos nuestros hermanos y hermanas que necesitan alimentos para sostener sus vidas”. A lo que añadió: “Podemos marcar la diferencia en esta situación. Permanezcamos unidos y reflexionemos. Oremos y actuemos para responder a esta crisis”.
Tveit concluyó: “El mundo es una familia que ora y responde junta para acabar con el hambre, poner fin a la violencia y traer paz. Para garantizar que hay alimentos suficientes y nutritivos para todos para vivir la vida plenamente”.
En África Oriental, el Consejo de Iglesias de Sudán del Sur animó a todas las iglesias del país a unirse al acontecimiento mundial de oración. Ya se ha declarado la hambruna en partes de Sudán del Sur. El riesgo de Nigeria, Yemen y Somalia de sufrir hambruna es inminente.
A continuación, se presenta solo una muestra de las historias que se compartieron y lo que se dijo el 21 de mayo. Siguieron publicándose respuestas, lo que convirtió el Día internacional de oración en una respuesta duradera que tiene un gran potencial para provocar cambios.
David Beasley, nuevo director ejecutivo del Programa Mundial de Alimentos (PMA) con sede en Roma, instó a las personas a celebrar el Día de oración mientras viajaba. “Acabo de irme de Jordania y ahora estoy en Sudán del Sur. Oren y aspiren a la paz”, tuiteó. Docenas de personas también compartieron lo que publicó la directora del PMA en Sudán del Sur, Joyce Luma: “La asistencia humanitaria por sí sola no es suficiente. Si el conflicto continúa, el alcance y la magnitud de las necesidades pueden aumentar y sobrepasar la capacidad de los organismos de socorro para satisfacerlas”.
Angelo Achuil, coordinador de fe y desarrollo de World Vision Sudán del Sur, dijo: “Los cristianos de Sudán del Sur han estado orando por la paz y la seguridad, y por que sus hijos tengan un futuro libre de violencia. Las congregaciones están desesperadas por que acabe la inanición, el conflicto y el desplazamiento que están desgarrando a sus comunidades. Agradecen las oraciones de la iglesia mundial y quieren que las personas de fe sigan orando. Pero también quieren que clamen a sus dirigentes para que traigan justicia y paz y proporcionen la asistencia de emergencia que les ayudará a sobrevivir esta crisis. Sienten que el mundo se ha olvidado de ellos”.
La Iglesia Unida en Australia, como parte de la celebración de sus cuarenta años como iglesia exclusivamente australiana, incluyó el Día internacional de oración para acabar con el hambre en sus cuarenta días de oración del 14 de mayo al 22 de junio. La oración ofrecida por Rob Floyd, director nacional de UnitingWorld, iba dirigida en particular a quienes pasan hambre en África: “Oramos por el pueblo de Sudán del Sur y nuestra asociada, la Iglesia Presbiteriana de Sudán del Sur”, decía la oración. “Bendíceles mientras cuidan de su pueblo y trabajan para alimentar al creciente número de miembros de sus comunidades que se enfrentan a la inanición”.
En un mensaje al conjunto del Ejército de Salvación en el mundo, su líder internacional el general André Cox pidió a los salvacionistas y sus amigos que respondieran “con actos, y no solo con palabras”.
La Iglesia Evangélica Luterana en América compartió una oración con sus miembros y asociados. “Mira con misericordia, Dios compasivo, a las personas de todos los lugares que se ven afectadas por el hambre o la sequía”, decía la oración. “Sácanos de nuestra complacencia y ayúdanos a eliminar la crueldad dondequiera que se encuentre. Fortalece a quienes persiguen la igualdad para todos. Permite que todos disfruten de una parte justa de la abundancia de la Tierra, por medio de tu hijo, Jesucristo nuestro Señor”.
ICCO Cooperation, una organización no gubernamental que trabaja para erradicar la pobreza, la desigualdad y la injusticia, lideró una respuesta al Día de oración desde su oficina regional en África Central, Oriental y Meridional. Bradley Dawson, defensor de esta causa, compartió versículos de la Biblia, entre ellos, Mateo 25:35: “Porque tuve hambre, y ustedes me dieron de comer”.
El Canadian Foodgrains Bank promovió una respuesta colectiva en que las personas disfrutaban de una comida. “Mientras compartimos esta cena, oremos juntos para responder y poner fin al hambre en el Día internacional de oración para acabar con el hambre”.
Choice Souls Media en Nigeria basó su respuesta en Salmos 112:7. “Señor, confiamos en el pacto que tienes con Nigeria, nos negamos a tener miedo del hambre, la recesión, la corrupción, los dirigentes incompetentes, la maldad en las altas esferas. Oramos con fe y confiamos en ti para que la situación dé un giro y perfecciones todo lo relativo a Nigeria”.
La defensora Sarah Park encontró una nueva perspectiva en las segundas porciones de comida y empezó a colocar un plato vacío cerca del suyo cada vez que ponía la mesa. “Cuando me enteré de que hoy en día veinte millones de personas pasan hambre en África Oriental, me costó asimilar esa cifra y que me impulsara a actuar”, escribió. “A pesar de ello, creo firmemente que siempre hay esperanza en medio del sufrimiento. Así que esta es mi respuesta como ciudadana del mundo y ser humano. Cada vez que me siente a comer en los próximos meses, al poner un plato vacío de más, me convenceré de orar y donar a los afectados por la inseguridad alimentaria y el hambre en África Oriental y eso me recordará que, aunque no tenga poder para alimentar a veinte millones de personas, puedo ser una bendición para una de ellas”.
Eze Kingsley Chizoba, ingeniero agrónomo especializado en biotecnología de la Universidad de Nigeria, compartió una oración sencilla que llegó al corazón de muchos: “Nigeria está en manos de Dios. Únanse a mí para orar por Nigeria”.
Mensaje de vídeo del secretario general del CMI, Rev. Dr. Olav Fykse Tveit (en inglés)
Llamamiento a la acción (en inglés, alemán, francés y español)
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Mensaje de vídeo desde Sudán del Sur (en inglés)
Acabar con el hambre en la India depende de todas las religiones y culturas (comunicado de prensa del CMI del 11 de mayo, en inglés)
Seminarios web sobre el Día internacional de oración para acabar con el hambre: medidas (en inglés)
Paquete de recursos del CMI sobre el Día internacional de oración para acabar con el hambre
