La conversación tuvo lugar en el marco de una visita digital y pastoral de solidaridad a Tierra Santa el 7 y el 8 de agosto, que brinda la oportunidad de acompañar a las iglesias miembros y asociados ecuménicos, escuchar sus voces y perspectivas, dar resonancia a sus llamados y recordar al mundo lo que es necesario para lograr la paz en la región.
El padre Silas Habeb, de la iglesia de San Porfirio de Gaza, dio las gracias a la delegación por escuchar las experiencias de las personas que están en Gaza.
“El apoyo que brindan permite a muchas personas mantenerse en pie, sentirse de otra manera al ver que aún hay personas que se preocupan por nosotros”, afirmó. “Sigan orando por nosotros para que podamos vivir con dignidad en una situación tan difícil”.
El Dr. Bassam Abu Hamad fue uno de los numerosos médicos que hablaron sobre cómo están atendiendo a la población de Gaza, principalmente con unidades sanitarias móviles dirigidas por el Departamento de Servicios a los Refugiados Palestinos del Consejo de Iglesias del Oriente Medio.
Las necesidades son enormes: más de 400 000 gazatíes con enfermedades crónicas que se han quedado sin tratamiento, las graves heridas de guerra, el desplazamiento forzoso del propio personal médico y las profundas huellas psicológicas.
“No hay normas en la guerra. No se respetan los derechos humanos y se asesina a las personas indiscriminadamente”, dice Hamad. “Pero somos palestinos, así que nunca nos rendimos”.
Según sus cálculos, el setenta por ciento de las instalaciones médicas de Gaza han sido destruidas, y ahora la mayoría de la atención sanitaria es prestada por clínicas móviles o por personal médico que se desplaza a pie o en burro. “Tenemos que llegar a las personas que no pueden llegar hasta nosotros”, afirmó. “Lo único que es cierto en Gaza es la incertidumbre”.
Profundo respeto
El moderador del CMI, el obispo Dr. Heinrich Bedford-Strohm, dijo que la conversación le había conmovido profundamente. “Siento un profundo respeto por lo que están haciendo”, dijo a los médicos. “Es increíble”.
Bedford-Strohm también hizo hincapié en la urgencia de difundir sus historias. “Creo que el mundo está empezando a comprender la magnitud de la injusticia”, afirmó. “La religión necesita acción, y les prometo que no dejaremos de escucharlos. Esto es muy importante”.
El secretario general del CMI, el Rev. Prof. Dr. Jerry Pillay, expresó su profundo agradecimiento por la presencia de médicos y demás personas que cuidan de la población de Gaza. “El testimonio cristiano es visible gracias a la atención y el apoyo que prestan en el terreno”, afirmó. “Me complace saber que están prestando servicios médicos, pero también servicios psicosociales, porque una de las cosas que más me preocupan es el daño psicológico y la huella que este deja”.
Rudelmar Bueno de Faria, secretario general de ACT Alianza, expresó su profunda angustia ante el empeoramiento de las condiciones que la guerra ha creado para las personas con necesidades médicas y el personal médico que las atiende. “Durante nuestra visita digital de solidaridad a Tierra Santa, nos reunimos con médicos y residentes de Gaza”, dijo. “Estamos profundamente afligidos por las dificultades que afrontan y nos solidarizamos con ellos. Nos preocupa especialmente su limitado acceso a servicios médicos y a medicamentos esenciales, así como la degradación del medio ambiente y la aparición de nuevas enfermedades. Pedimos urgentemente un alto el fuego, acceso humanitario y justicia para Gaza”.
Alistair Dutton, secretario general de Caritas Internationalis, manifestó su consternación ante el absoluto desprecio por la vida humana. “El nivel de sufrimiento humano es increíble: la población está al borde de la inanición; no hay agua, electricidad, desagües ni alcantarillado; la asistencia sanitaria ha colapsado tras los ataques directos contra hospitales y clínicas; y no se encuentran ni los suministros médicos más básicos”, afirmó. “La frontera sigue cerrada y la población se encuentra deliberadamente privada de la ayuda humanitaria que tan desesperadamente necesita”.
El Dr. Audeh Quawas, miembro del Comité Central y del Comité Ejecutivo del CMI, afirmó que el personal médico que está ayudando a la población gazatí a mantenerse en pie —tanto física como psicológicamente— son héroes y heroínas.
“Han tenido nuestro apoyo, y lo seguirán teniendo”, dijo. “En el futuro podremos coordinarnos aún mejor entre todas las iglesias y llevar nuestro testimonio cristiano a Gaza”.
La visita pastoral de solidaridad a Tierra Santa tiene lugar en línea los días 7 y 8 de agosto de 2024. La delegación está compuesta por el moderador del CMI, el obispo Dr. Heinrich Bedford-Strohm; el secretario general del CMI, el Rev. Prof. Dr. Pillay; el miembro del Comité Central y del Comité Ejecutivo del CMI, el Dr. Audeh B. Quawas; el secretario general del Consejo de Iglesias del Oriente Medio, el Dr. Michel Abs; el moderador de ACT Alianza, Erik Lysén; el secretario general de ACT Alianza, Rudelmar Bueno de Faria: y el secretario general de Caritas Internationalis, Alistair Dutton.
Visita solidaria del CMI a Tierra Santa, comunicado de prensa del CMI, 6 de agosto de 2024