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El inicio de un nuevo año de trabajo en el Centro Ecuménico de Ginebra estuvo marcado por la visita del respetado teólogo alemán Jürgen Moltmann, quien el 13 de enero presidió una jornada de presentaciones y debates como invitado del Consejo Mundial de Iglesias (CMI), además de responder a los comentarios y preguntas sobre su nuevo libro, The Living God and the Fullness of Life (El Dios viviente y la plenitud de la vida, Publicaciones del CMI, 2016).

Moltmann, que participa desde hace mucho tiempo en las cuestiones intereclesiales a escala local, regional e internacional, insistió en que “el movimiento ecuménico tiene tanto que ver con la renovación como con la unidad”. Y refiriéndose a los miembros de las diversas iglesias, dijo que cuanto más se acerquen a Jesucristo, más cerca estarán unos de otros.

Aún así, admitió, “es frecuente que los teólogos católicos citen a teólogos católicos y los teólogos protestantes a sus homólogos”.

“Aunque tendamos a sentirnos más cerca de nuestra propia tradición que del cristianismo en su totalidad”, prosiguió, “en la actualidad se odia y se persigue a creyentes de muchas partes del mundo” no porque sean metodistas o reformados, sino “porque son cristianos”. Basándose en la encíclica del papa San Juan Pablo II sobre el ecumenismo, Ut Unum Sint, Moltmann, afirmó que el testimonio de los mártires es el de la Iglesia Una de Jesucristo.

El teólogo alemán advirtió que no se debía depositar la confianza última en las iglesias institucionales tal como las entendemos hoy. “La visión y la esperanza del movimiento ecuménico no radican en la iglesia, sino en el reino de Dios. Debemos abrirnos a las sorpresas del futuro”.

Estimulando la imaginación de sus oyentes, comparó las iglesias tradicionalistas occidentales que surgieron en la época constantiniana de imperialismo y dominación con las nuevas iglesias no constantinianas, que surgen en particular en Asia, África y Oceanía. Estas son “comunidades minoritarias organizadas como una empresa”, que confían en el apoyo del Espíritu Santo e introducen nuevas formas de espiritualidad.

“Necesitamos una nueva espiritualidad para nuestros sentidos”, observó Moltmann, abogando a favor de una espiritualidad que se tome en serio el mundo, que esté comprometida con la “religión de la Tierra”. En este sentido, aplaudió lo que caracterizó como el “giro ecológico” que se ha producido en la teología.

“Desde un punto de vista político, la religión de la Tierra crea un mayor compromiso con esta vida, esta Tierra. Muestra una apreciación por el cuerpo”, añadió. “Nos alienta a luchar contra el culto de la muerte”.

La visita de Jürgen Moltmann al Centro Ecuménico empezó con un seminario sobre la peregrinación de justicia y paz, durante el cual el teólogo entabló un diálogo sobre una gran variedad de temas e intercambió puntos de vista con tres panelistas: la Dra. Clare Amos (relaciones interreligiosas), la Rev. Dra. Nyambura Njoroge (Iniciativas Ecuménicas y Acción Mundial sobre el VIH y el SIDA) y el Rev. Dr. Odair Pedroso Mateus (director de la Comisión de Fe y Constitución). Luego, Moltmann presentó una meditación en un servicio de culto celebrado a mediodía en la capilla y por la tarde dio una conferencia muy concurrida sobre el futuro de la teología. Todos los actos de la jornada fueron moderados por el Rev. Dr. Olav Fykse Tveit, secretario general del CMI.

Siendo todavía adolescente, Moltmann fue reclutado por los servicios auxiliares alemanes y luego por el ejército. Empezó a estudiar teología durante su período como prisionero de guerra entre 1945 y 1948, antes de ir a la universidad. Ha enseñado y dado conferencias en múltiples lugares y es profesor emérito de Teología Sistemática de la Universidad de Tubinga.

Grabación en vídeo de la conferencia