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Martin Palmer, presidente de la red FaithInvest, del Reino Unido. Foto: Peter Kenny/CMI

Martin Palmer, presidente de la red FaithInvest, del Reino Unido. Foto: Peter Kenny/CMI

Tender puentes entre la religión y los negocios con la cooperación de los diferentes grupos fue el tema central de una reciente conferencia de dos días celebrada en Ginebra.

Fue una reunión poco común de personas como administradores de activos y clérigos, y la clave para el éxito fue explorar la manera de colaborar para obtener resultados basándose en los principios cristianos.

La conferencia, titulada “FaithInvest: Impactful cooperation” (“FaithInvest: una cooperación eficaz”), fue patrocinada por la Fundación Ágape de Ginebra, el Consejo Mundial de Iglesias (CMI) y el grupo FaithInvest del Reino Unido.

“Tanto las iglesias cristianas como otras comunidades religiosas son actores económicos. Tienen un papel fundamental que desempeñar en la creación de una economía basada en la vida”, afirmó la secretaria general adjunta del CMI, Prof.ª Dra. Isabel Apawo Phiri.

Frédérique Seidel, responsable del programa de la Alianza Mundial CMI-UNICEF, pronunció el mensaje en nombre de la Prof.ª Dra. Phiri en la conferencia, en la que participaron miembros clave de ACT Alianza, como DanChurchAid.

La conferencia, celebrada los días 17 y 18 de enero en el CMI, atrajo a 80 participantes, entre los que se encontraban financiadores de alto nivel, representantes de organizaciones internacionales como el Banco Mundial y el Estado de Ginebra y, por supuesto, representantes de iglesias y grupos eclesiales.

Participantes de la conferencia “FaithInvest: Impactful Cooperation” (“FaithInvest: una cooperación eficaz”) en el Centro Ecuménico de Ginebra. Fotografía: Peter Kenny/CMI

Los dos discursos de apertura principales estuvieron a cargo de Christoph Stückelberger, director ejecutivo de la Fundación Ágape de Ginebra, y Martin Palmer, presidente de FaithInvest, de Bristol, en el Reino Unido.

“Ser innovadores”

“Queremos ser innovadores. Hemos recibido el mandato del Dador de vida de ser innovadores en este mundo y de fortalecer la cooperación. Queremos tener un espíritu emprendedor”, afirmó Christoph Stückelberger en su discurso de apertura.

En su discurso de apertura, la Prof.ª Dra. Phiri afirmó: “Muchos de los que estamos reunidos aquí hoy, aunque no todos, somos financiadores de una manera u otra.

Lo que nos une es nuestra profunda preocupación por los necesitados y por nuestro hermoso hogar planetario, cada vez más amenazado por el mayor desafío que afronta la humanidad en la actualidad: el cambio climático. Es un fenómeno inducido por el hombre que sabemos que perjudica especialmente a los pobres y está agravando las desigualdades socioeconómicas”.

Por su parte, Martin Palmer afirmó que, durante muchos años, pareció existir una dicotomía entre la religión y los negocios.

“Esa división ya no existe, en parte porque las religiones, y, en particular, el cristianismo, han encontrado un vínculo natural. Por otra parte, en cierto modo, los acontecimientos se nos han adelantado”, explicó, haciendo referencia a la crisis del cambio climático. “Depende de nosotros hacer del trabajo de los negocios la labor de Dios”.

“Las principales religiones del mundo poseen aproximadamente entre el 14 y el 15 por ciento del total del mercado financiero, si bien estos datos corresponden al nivel institucional más amplio. En un ámbito más localizado, de diócesis, templos, sinagogas etc., probablemente se alcance el 20 por ciento”, afirmó Martin Palmer.

“Los creyentes religiosos son, nos guste o no, un factor importante en lo que se refiere al capital de inversión”.

Los organizadores de la conferencia afirmaron que las iglesias y las instituciones relacionadas con ellas, con sus fondos de pensiones y su capital, invierten miles de millones de dólares en todo el mundo.

Gran parte del debate giró en torno a la cuestión de “cómo pueden estas inversiones ser más consistentes con los valores cristianos y tener un impacto positivo en el desarrollo”.

Bright Mawudor, jefe de finanzas y secretario general adjunto de la Conferencia de Iglesias de Toda el África (AACC), habló sobre el financiamiento sostenible de las iglesias en África.

“Durante la mayor parte de sus casi 60 años de existencia, la AACC ha dependido en gran medida (casi en un 80 por ciento) de las subvenciones de sus asociados en el extranjero para la ejecución de sus programas, con pocos mecanismos o estrategias internos para la independencia financiera”, afirmó.

De receptor de la ayuda a donante

Afirmó también que la AACC tiene un ambicioso plan para hacer de la organización una organización “donante” para el año 2025, mediante el reposicionamiento de la marca de la AACC y mediante una estrategia de sostenibilidad financiera.

El Rev. Emmanuel Chikoya, secretario general del Consejo de Iglesias de Zambia, se hizo eco de sentimientos similares para su grupo, que representa a la mayoría de las iglesias de este país del África meridional.

Hubert Miyimi Muwana, director general de la Compañía estatal de petróleo y gas de la República Democrática del Congo, habló de dónde se podrían hacer inversiones menos perjudiciales para el medio ambiente para ayudar a su país a equipararse con el desarrollo mundial. También habló Cui Ruitong, un nuevo miembro de la junta directiva de la Fundación GAF que es de China, pero estudia en Londres.

Otros oradores reflexionaron sobre la manera de construir puentes innovadores utilizando las Naciones Unidas y Ginebra como centro mundial. También se contó con las aportaciones de Nicholas Niggli, secretario general adjunto del Estado de Ginebra, y Roland Schatz, fundador y director general del Instituto del Índice de Sostenibilidad Mundial de las Naciones Unidas, que dieron orientaciones sobre cómo vincular la religión y los negocios.

Más información sobre la labor del CMI en materia de justicia económica

Fundación Ágape de Ginebra