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Emily Welty, Commission of the Churches on International Affairs, delivering interfaith statement. © Daniela Varano

Emily Welty, Commission of the Churches on International Affairs, delivering interfaith statement. © Daniela Varano

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«Las armas nucleares son incompatibles con los valores de nuestras respectivas tradiciones religiosas», declararon los representantes de en torno a 50 organizaciones cristianas, budistas, musulmanas y judías el pasado 1 de mayo.  La declaración interreligiosa constituye un llamamiento común dirigido a los gobiernos de los 191 Estados que forman parte del tratado de desarme más importante del mundo.  Este llamamiento, auspiciado conjuntamente con el Consejo Mundial de Iglesias, fue realizado durante las presentaciones de la sociedad civil en la conferencia de examen sobre el Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP) que se celebró en Nueva York.

«Alzamos nuestras voces en nombre de los valores comunes de la humanidad.  Rechazamos la inmoralidad de utilizar a poblaciones enteras como rehenes», afirma la declaración presentada en las Naciones Unidas por la Dra. Emily Welty, vicemoderadora de la Comisión de las Iglesias para Asuntos Internacionales del CMI.  «No se puede esgrimir ningún argumento que justifique su existencia continuada [de las armas nucleares], y aún menos su uso», afirmó la Dra. Welty.

Los signatarios, representantes de Europa, Asia y América del Norte, se comprometen a sensibilizar a sus respectivas comunidades religiosas sobre la naturaleza inhumana de las armas nucleares. Instan a los gobiernos a que escuchen las voces de los supervivientes de las bombas atómicas y a que comiencen las negociaciones para prohibir las armas nucleares «en un foro abierto a todos los Estados y en el que ninguno de los Estados pueda bloquear las negociaciones».

El septuagésimo aniversario del bombardeo atómico de Hiroshima y Nagasaki se cierne este año sobre la conferencia de examen del TNP.  En las sesiones plenarias y seminarios, así como durante una gran manifestación pública, los supervivientes del bombardeo atómico, muchos de los cuales son ya ancianos de alrededor de 80 años de edad, reiteraron su llamamiento por la abolición de las armas nucleares. Muchos de ellos tal vez ya no puedan participar en la próxima conferencia de examen del TNP, que se celebrará en el año 2020.

Desde la última conferencia de examen del TNP que tuvo lugar en 2010, los nuevos datos sobre las catastróficas consecuencias humanitarias y medioambientales, entre otras, de las armas nucleares, han reforzado la separación existente entre las pocas potencias mundiales que tienen armas nucleares y los 186 Estados que se han comprometido a no tenerlas nunca. Las condiciones son cada vez más favorables para que esta mayoría que está en contra de las armas nucleares pueda establecer una prohibición, con el apoyo activo de la sociedad civil incluyendo a las iglesias. Las iglesias miembros del CMI y los organismos asociados en los seis continentes han instado a sus gobiernos a que muestren su apoyo por la prohibición en esta conferencia de examen del TNP.

El texto del llamamiento a los Estados parte del TNP, que lleva por título "La preocupación de las comunidades religiosas por las consecuencias humanitarias de las armas nucleares", puede ser consultado en el siguiente enlace:  http://www.reachingcriticalwill.org/images/documents/Disarmament-fora/npt/revcon2015/statements/1May_Faith.Communities%20.pdf (en inglés).

Se trata de la última de una serie de declaraciones interreligiosas que instan a la prohibición de las armas nucleares por razones humanitarias, siguiendo la estela del resto de armas de destrucción masivas que ya han sido prohibidas.

Para más información sobre la Oficina de enlace del CMI ante las Naciones Unidas

Para más información sobre la Comisión de las Iglesias para Asuntos Internacionales del CMI