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“El Consejo Mundial de Iglesias pide una investigación internacional independiente sobre el asesinato de la periodista palestino-estadounidense Shireen Abu Akleh, que se produjo el pasado 11 de mayo, dadas las graves implicaciones que tiene este suceso”, afirmó el Rev. Sauca. “Los responsables de la muerte de Shireen Abu Akleh deben rendir cuentas con todo el rigor de la ley”.

El Rev. Sauca también instó al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, a abordar esta cuestión con las autoridades israelíes durante su próxima visita a Israel en junio de 2022, con el fin de promover la rendición de cuentas y evitar que estas violaciones vuelvan a producirse en el futuro.  

“Desde 1967, año en que Israel ocupó Cisjordania y Gaza, han sido asesinados nada menos que 86 periodistas palestinos, 50 de los cuales, desde el año 2000 hasta ahora. La Sra. Abu Akleh llevaba informando sobre los acontecimientos en Palestina e Israel desde 1997, y se había ganado el respeto del público de todo el mundo”.

“Su asesinato ha causado conmoción y dolor entre muchas personas de todo el mundo que la admiraban”, añadió Sauca. “Les transmitimos nuestro más sincero pésame, junto con nuestras oraciones, a todas estas personas, así como a sus familiares directos”. “Paralelamente, el 4 de mayo, el Tribunal Superior israelí desestimó un recurso de los residentes palestinos de Masafer Yatta, en el sur de Cisjordania, lo que da luz verde al gobierno para expulsar a los residentes de una amplia zona que había sido declarada zona de tiro del ejército”.

El Rev. Sauca afirmó que esta decisión representa una amenaza de traslado forzoso de hasta 1200 palestinos de sus hogares en la zona, en la que han vivido durante decenios.

“El 11 de mayo, la Administración Civil israelí arrasó 19 edificios en Masafer Yatta, siendo esta la primera demolición de este tipo desde la decisión del Tribunal Superior”, señaló. “Nueve de estos edificios eran viviendas familiares, y el resto se utilizaban para el almacenamiento y para el alojamiento del ganado ovino”.

También observó que el derecho internacional prohíbe que una potencia ocupante traslade por la fuerza a los miembros de una población ocupada de sus comunidades existentes en contra de su voluntad, y añadió: “El Consejo Mundial de Iglesias hace un llamado al gobierno y a las autoridades de Israel, así como a todas las personas de buena voluntad, para que tomen medidas y pongan fin al desplazamiento forzoso de los palestinos de sus tierras y de sus hogares en Masafer Yatta, y para que, en lugar de desplazar a la población autóctona de la zona, se elimine la zona de tiro del ejército, que es el pretexto para estas demoliciones y desalojos”. “La injusticia nunca puede ser la base de una paz segura”.

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