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Foto: Peter Williams/CMI

Foto: Peter Williams/CMI

El diálogo y la cooperación interreligiosos fueron la base de las conversaciones del 30 de septiembre y el 1 de octubre de 2016 que abordaban el tema “Hacia un mundo integrado”, una serie de debates de alto nivel entre el Consejo Musulmán de Ancianos, encabezado por el gran imán de Al-Azhar, con sede en El Cairo, y representantes del Consejo Mundial de Iglesias (CMI), sus iglesias miembros y asociados ecuménicos entre los que se encontraba la Federación Luterana Mundial.

A la reunión conjunta celebrada en el Centro Ecuménico de Ginebra siguió una conferencia pública en el Instituto Ecuménico del CMI en Bossey (Suiza), donde el gran imán habló sobre “La responsabilidad de los dirigentes religiosos para lograr la paz mundial”.

El comunicado conjunto aprobado por los participantes de las sesiones de Ginebra prometía continuar con la cooperación práctica entre las comunidades religiosas.

La declaración añadía: “La principal preocupación de la reunión era la paz y, concretamente, el papel de las religiones, los dirigentes religiosos y las organizaciones confesionales a la hora de crear una cultura de paz y prácticas de consolidación de la paz. Como hijos de Abrahán, estamos de acuerdo en que la humanidad fue creada para compartir los dones del amor y la compasión, la paz y la misericordia, y la honestidad y la sinceridad”.

Al final de la reunión, ambas partes acordaron continuar y convocar una próxima reunión en 2017 en El Cairo (Egipto).

Lea el texto completo del comunicado conjunto del 1 de octubre de 2016

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