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Foto: Albin Hillert/CMI

Foto: Albin Hillert/CMI

Por Rhoda Mphande*

Rev. Dr. Martin Robra ha realizado una contribución fundamental al movimiento ecuménico durante los últimos 25 años, a través de su trabajo para el Consejo Mundial de Iglesias (CMI).

El Rev. Robra es un teólogo y pastor ordenado que se ha desempeñado como responsable del programa del CMI de Formación ecuménica continua, de relaciones con la Iglesia Católica Romana, y del proyecto interreligioso conjunto con la Organización Internacional del Trabajo Promover la paz a través de la justicia social, y ha llevado a cabo una labor de apoyo a la peregrinación de justicia y paz.

El departamento de Comunicación del CMI ha pedido al Rev. Robra que reflexione sobre sus años de servicio a la comunidad del CMI.

Pregunta: Usted ha contribuido mucho a la peregrinación de justicia y paz del CMI. ¿Podría describir su propia peregrinación durante estos 25 años de trabajo para el CMI?

Martin Robra: Antes de venir a Ginebra, trabajé en un estudio sobre diaconía y koinonía para el CMI, reflexionando sobre la dimensión diaconal de la comunidad de iglesias en el CMI. El proceso fue acompañado por un grupo de estudio internacional cuyos miembros contribuyeron a las reflexiones. Así es como aprendí a apreciar y proteger el valor de la diversidad de contextos y tradiciones teológicas que avanzan juntos con un enfoque común en la buena nueva del Evangelio de Cristo. Me preparó para mi participación en el estudio de eclesiología y ética, un proyecto conjunto de Fe y Constitución y del equipo de Justicia, Paz y Creación.

Mi ciclo de aprendizaje estuvo marcado por otro proceso de estudio sobre las diez afirmaciones de la Convocatoria mundial sobre justicia, paz e integridad de la creación en Seúl en 1990: la teología de la vida. El proceso de estudio incluyó 23 estudios de casos en todo el mundo. Esta ha sido mi principal inspiración para los años siguientes de trabajo en el cambio climático, pasando a la red del agua, explorando una visión del movimiento ecuménico en el siglo XXI, y contribuyendo a la peregrinación de justicia y paz después de la Asamblea de Busan de 2013.

Pregunta: Durante su estancia en el CMI, ¿cuáles han sido los momentos más destacados y notables?

Martin Robra: Estos años están entre los años más fructíferos de mi vida. He conocido a mucha gente inspiradora y motivadora, verdaderos testigos del Evangelio en sus contextos y en todo el mundo. Me alegró especialmente conocer a personas jóvenes, muchas de ellas trabajando en proyectos de estudio sobre el movimiento ecuménico, y luego ver cómo se desarrollaban y adquirían nuevas responsabilidades en sus iglesias, en el mundo académico y en el movimiento ecuménico. Esta es la razón por la que también me gustaba enseñar en el Instituto Ecuménico de Bossey. También ha habido momentos de encuentro con víctimas de la injusticia y la guerra que me han conmovido profundamente y han influido en mi fe y en mi manera de orar y rendir culto.

Pregunta: ¿Puede hacer algún comentario sobre cómo ha cambiado el movimiento ecuménico a lo largo de los años y hacia dónde cree que se dirige?

Martin Robra: El movimiento ecuménico ha pasado de ser un movimiento centrado en los consejos nacionales y regionales de iglesias y el CMI a convertirse en una red policéntrica de muchos actores diferentes. Siempre ha existido el peligro de fragmentación o competencia entre los diferentes actores. Desde la asamblea de Busan, cada vez está más claro que la unidad visible de las iglesias como objetivo debe traducirse en un proceso de crecimiento conjunto y de intercambio mutuo de dones. La profundización de la comunidad va acompañada de un testimonio común de justicia y paz en el mundo. Las iglesias miembros del CMI deben caminar junto con la Iglesia Católica Romana en todo el mundo, que representa la mitad del cristianismo mundial, por una parte, y las numerosas iglesias pentecostales, neopentecostales y carismáticas, por otra, no centrándose en sí mismas o en su propio beneficio, sino en el futuro de la vida para la humanidad y todos los seres vivos.

Pregunta: ¿Qué piensa hacer ahora?

Martin Robra: Estoy tratando de llegar a los jóvenes en un diálogo intergeneracional. Confío en que es muy prometedor crear juntos energía y dinamismo en el camino de la justicia y la paz como embajadores de Cristo cuyo amor, como creemos, mueve, reconcilia y une al mundo. Podemos aprender mucho de los jóvenes y de sus iniciativas, como Viernes para el futuro. Los jóvenes de hoy son la primera generación que experimenta el cambio climático y la última en tomar medidas decisivas para limitarlo. La generación de mayor edad puede animarles a no rendirse cuando encuentren las primeras dificultades y a seguir adelante con el compromiso por las personas y la tierra, con la alegría y el amor por la vida.

En una celebración de despedida de Martin Robra, el secretario general del CMI, Rev. Dr. Olav Fykse Tveit, expresó: “Pensé que este día nunca llegaría, porque Martin siempre ha formado parte del CMI”. El Rev. Tveit continuó afirmando: “Martin ha sido un modelo de buen compañero, ya que siempre está dispuesto a apoyar a los demás y a relacionarse bien con ellos, además de ser capaz de contribuir sabiamente a las actividades de los demás”.

En su discurso de clausura, lleno de emoción, Martin Robra expresó su gratitud reflexiva a Dios, a su iglesia, al Consejo y a su esposa Barbara Siebel-Robra, por su trayectoria ecuménica transformadora y plagada de acontecimientos, al tiempo que abrió la puerta de su casa para que la gran familia ecuménica continúe la peregrinación de justicia y paz en la unidad, incluso después de su jubilación.

Rev. Dr. Martin Robra y su esposa Barbara Siebel-Robra. Foto: Ivars Kupcis/CMI

Martin Robra confesó: “en el fondo de mi corazón, todo gira en torno a la teología y el Dios de vida. Tenemos que atrevernos a hablar de este Dios presente en nuestras vidas. ¡Sean osados en cuestión de teología!” , y añadió: “Simplemente, les devuelvo lo que he recibido dentro de esta maravillosa familia ecuménica y mundial”.

Foto: Ivars Kupcis/CMI

* Rhoda Mphande trabaja como asistente de proyectos de comunicación y finanzas, Comunicación del CMI

La peregrinación de justicia y paz