El papel de la iglesia para ayudar a las personas a no perder la esperanza ha sido enorme, afirmó.

“Al reunirme con esta familia mundial, la familia global del Consejo Mundial de Iglesias, les cuento que un miembro de este cuerpo ha vivido tiempos difíciles, pero ha sido resiliente, ha sido persistente”, dijo, hablando de Sudán del Sur. “Como integrantes de un mismo cuerpo, compuesto de varias partes, en nuestra tierra hemos sentido el amor, las oraciones, el apoyo y los ánimos que llegaron desde aquí, y he venido a darles las gracias”.

Añadió que los problemas no han cesado en el país. “La misión profética es un llamado y un deber para la iglesia”, dijo. “La iglesia está llamada a ser profética”.

Eso implica que la iglesia se pronuncia sobre los problemas de la sociedad —declaró—, y se convierte en una voz para quienes no tienen voz.

“Encuentran refugio en la iglesia, encuentran consuelo, encuentran esperanza”, dijo. “Ya saben que la iglesia ha estado junto al pueblo, pero el país atraviesa aún muchas dificultades”, dijo. “La paz está ausente”.

Daniel cree que Sudán del Sur solo puede restablecer la paz a través de la oración y de la acción de la iglesia.

“Por lo que, al orar, buscamos enfrentarnos a lo que ocurre en mi país”, dijo. “Los dirigentes de Sudán del Sur se han convertido en unos egoístas”.

Y concluyó diciendo: “Esta oración es para llamar a toda la familia mundial a orar por el pueblo de Sudán del Sur”.

Reunión del Comité Central del CMI, junio de 2022

Fotografías de la reunión del Comité Central del CMI, junio de 2022